La triste realidad de Ezequiel, el hermano de Silvina Luna
Gustavo Conti rompió el silencio a dos semanas de la muerte de Silvina Luna. Amigos hace más de dos décadas, el artista contó cómo está Ezequiel, hermano de la actriz, quien atravesó todos los tratamientos y consecuencias en la salud que tuvo la actriz durante años y, en especial, en los últimos meses.
“¿Cómo está su hermano, Ezequiel?”, fue la consulta que le hicieron en Cortá por Lozano a Gustavo, quien no sólo era amigo de Silvina hace años sino que también tiene contacto y vínculo con su hermano, quien por estos días lucha para que la justicia avance en la investigación sobre las causales de la muerte de la actriz.
“El ahora está destruido, pero es fuerte también. Porque la qué pasó, él estuvo ahí siempre y comandando. Porque, habitualmente, era ella la que lo tenía bajar a él, porque era más chico”, contó Gustavo en el living del programa de Verónica Lozano.
El apoyo incondicional de los amigos
Gustavo Conti reveló que Ezequiel encontró apoyo en un grupo de amigas cercanas a Silvina Luna. Estas amigas, que también estuvieron presentes durante los momentos difíciles, conocían a la actriz como nadie más.
“Había un grupo de cuatro o cinco amigas de fierro que también estaban ahí con Silvina -continuó Gustavo-, y él se apoyaba mucho en ellas, porque también la conocían a Luna como nadie”, compartió el actor.
El acompañamiento de Gustavo Conti
Gustavo Conti confesó que no visitaba a Silvina con frecuencia para no cargar más a Ezequiel. Sin embargo, mantenía contacto diario con una amiga de la actriz que le informaba sobre su estado de salud.
“Yo no iba seguido a verla, porque también era cargarlo más a Ezequiel, molestarlo, llamarlo y tener que decirle. Pero yo hablaba todos los días con una amiga de ella que me contaba todo”, compartió Gustavo, visiblemente conmovido por la pérdida de su amiga.
Conti también mencionó que Silvina se cansaba con las visitas, por lo que su apoyo emocional era suficiente para ella durante su internación de tres meses y medio.
