El increíble cumpleaños de Emilio, el hijo de Alberto Cormillot y Estefanía Pasquini
Alberto Cormillot y Estefanía Pasquini celebraron el segundo año de vida de Emilio, el hijo que tienen en común. A pura sonrisa, los papás compartieron la alegría con sus seres queridos, amigos y familia.
Los festejos empezaron en las redes sociales, donde el médico nutricionista posteó un conmovedor video mostrando la intimidad familiar del vínculo. En Twitter también expresó su alegría por el segundo cumpleaños de su hijo: ¡Un regalo inimaginable de la vida, Emilio! ¡Feliz cumpleaños, hijo! Celebremos la vida, tuiteó.
Por su parte, la nutricionista publicó también un lindo mensaje contando en primera persona el gran momento que atraviesa la familia. Y un día, después de tanto desearte, buscarte, esperarte, a puros gritos me enteraba que estabas en mi panza y desde ahí te amé sin conocerte, sin saber lo que se venía después… Risas, llantos, sustos, risas otra vez (lo que más tenemos de vos). Nos divertís, nos alegras, nos llenas de amor la vida, nos completaste esta familia que tanto deseamos armar, escribió.
En la intimidad del festejo, Emilio y su familia disfrutaron a pura sonrisa, tal como lo reflejaron los registros que compartieron en las redes sociales. Incluso, su hermano mayor Adrián también lo saludó.
Alberto Cormillot y la paternidad a los 80 y pico
Lo cierto es que la paternidad a los 80 y pico empieza a ser una realidad entre algunos famosos referentes: además del médico, Hollywood tiene su propia versión con Al Pacino y también con Robert De Niro. Respecto a la crianza del bebé, Cormillot aseguró que tuvo una conversación muy seria en la que aceptó que habría cosas que él no podría hacer.
Y reveló que es habitual que los domingos arranque él el ritmo de la casa. Ordenar la mesa, limpiar el piso, los platos, la cocina, preparar el desayuno, cosas que antes nunca había hecho, admitió.
Alberto Cormillot y Emilio, compinches. Con honestidad, el médico contó su experiencia: No lo puedo tener en brazos de la misma forma que lo tiene una persona más joven, eso es cierto. También mencionó que -más allá de la edad- nadie tiene la vida comprada, y dejó en claro que si hay algo que reina en la vida es la incertidumbre. Y sumó sus intenciones para el futuro: Yo tengo que vivir 104 años para verlo recibir un diploma, por supuesto es un deseo, no lo estoy afirmando, pero mi viejo vivió hasta los 95 años (habiendo hecho todo mal hasta los 75) y mi vieja hasta los 87, así que tengo buenos genes, lo cual no te asegura nada.
