Preparativos para una boda real histórica
A tan solo horas del magno evento, Portugal se prepara para su primera “boda real” en casi tres décadas con el casamiento de la infanta Maria Francisca, hija del duque de Braganza, Duarte Pio, quien a sus 78 años sigue siendo el eterno heredero al trono en un país que es república desde 1910.
En diálogo con EFE, la infanta y duquesa de Coimbra, de 26 años, habló de su entusiasmo por la boda con el abogado Duarte de Sousa, de 31 años, en la basílica del convento de Mafra, 40 kilómetros al noroeste de Lisboa.
Una celebración llena de tradición y cultura
Unos 1.200 invitados asistirán el sábado 6 de octubre a la boda. Entre ellos, miembros de las casas reales de Luxemburgo, Brasil, Liechtenstein, Francia, Austria y Bulgaria, además de personalidades políticas portuguesas.
La ceremonia tendrá lugar en el convento de Mafra, un lugar con un valor histórico y sentimental enorme para la infanta. Este convento fue construido por uno de sus antepasados, el rey João V, y es considerado uno de los monumentos más bonitos de Portugal.
El vestido de la infanta y los consejos de sus padres
Para esta ocasión especial, Maria Francisca de Braganza llevará dos vestidos, uno para la ceremonia y otro más ligero para poder bailar. Los diseños fueron creados por la modista Luzia do Nascimento, una persona muy querida por la familia real portuguesa.
María Francisca de Braganza, la primera de los tres hijos del duque de Coimbra en casarse, recibió muchos consejos de sus padres para el matrimonio. Entre ellos, tener paciencia con su pareja y disfrutar de la vida juntos.
Un enlace que marcará un nuevo capítulo
Después de la boda, el matrimonio se mudará a Londres, donde el futuro esposo de la infanta trabajará en un bufete de abogados español. Mientras tanto, la duquesa continuará su trabajo en la Asociación Infanta Maria Francisca, apoyando a jóvenes artistas.
La expectativa en Portugal por este enlace es enorme, ya que es la primera boda real en el país en casi tres décadas. La ceremonia será transmitida en directo por televisión, permitiendo que todos los portugueses sean testigos de este momento histórico.
Un evento que marcará la historia de Portugal
La última boda real en Portugal se celebró en 1995, cuando el padre de María Francisca, Duarte Pio, contrajo matrimonio con Isabel de Herédia. Ahora, 30 años después, el país se prepara para una nueva boda real que sin duda quedará en la memoria de todos los portugueses.