La tensa relación entre Nicole Neumann e Indiana: ¿Se repite la historia?
Los problemas familiares entre madre e hija pueden ser algo frecuente e, incluso, pasajero. Pero ese no parece ser el caso de Nicole Neumann y su hija mayor, Indiana Cubero. Una de las últimas decisiones públicas que tomó la adolescente fue la de no asistir a la boda de su madre con Manuel Urcera en Neuquén aduciendo que tenía que prepararse para sus exámenes. Sin embargo, asistió a otro casamiento tan solo una semana después generando una gran polémica. En algún punto, recuerda al vínculo tenso que mantuvo la modelo con su propia madre. ¿Se repite la historia? El caso es serio, ya que trascendió que la joven de 15 años ―que vive con su padre, Fabián Cubero, desde principios de año— habría denunciado a la modelo. ¿Cuánto puede marcar a un hijo un conflicto familiar? ¿Es posible recuperar un vínculo virtualmente roto? Estas son dos cuestiones en las que vale la pena centrarse ya que este caso, que adquiere notoriedad mediática por sus protagonistas, no es el primero ni el único que se da en la sociedad.
La opinión de los expertos
Manuel Colombo, coach ontológico y especialista en Mirada Sistémica, fue consultado al respecto por Revista GENTE y explicó que “cuando en un sistema familiar se repite la historia, como puede ser el caso de Nicole con su madre y ahora con su hija, tiene un fin positivo que es ponernos una alarma para que observemos qué es lo que está desordenado, entendiendo, entre otras cosas, a la familia como un sistema con un orden jerárquico”. “Cuando un hijo cuestiona a su madre se pone por encima de ella en la estructura familiar”, precisó. Según Colombo, “desde el punto de vista de los padres, cuando estos se separan tienen un rol central para acompañar a sus hijos a integrar al otro progenitor. Si el padre apoya la preferencia de su hija por él y no acompaña a aceptar a su mamá está contribuyendo a ese desorden y esto va a traer repetición en el sistema hasta que se pueda comprender que mamá y papá tienen la misma jerarquía”.
La importancia de establecer límites desde el amor
El especialista también señaló que “cuando los hijos son adolescentes es normal querer diferenciarse de sus padres para construir una identidad propia. Sin embargo, en esa rebeldía tanto mamá como papá siguen siendo la autoridad, son quienes ponen límites desde el amor”. Para el profesional, si los padres se separan y se pelean, ese malestar lo trasladan a los hijos fomentando una toma de posición. “Ahí aparece el desorden y severas consecuencias en la vida adulta de esos hijos si no logran desactivarlo”, sentenció.
Recuperando el vínculo roto
Por último, Colombo resaltó que “es relevante entender que estar en paz no significa estar de acuerdo en cómo sucedieron las cosas con los padres sino entender en un nivel más profundo que esos padres hicieron lo mejor que pudieron con el nivel de consciencia que tenían en ese momento”.
