El adiós a un genio del espectáculo
Este domingo, el mundo del espectáculo fue golpeado por la triste noticia de la muerte de José Luis Telecher, el talentoso titiritero que dio vida a personajes inolvidables como Carozo, Narizota y Pepe Pompín. A los 64 años, Telecher dejó un gran legado en la televisión y en el corazón de millones de personas.
Desde la cuenta oficial de Pepe Pompín, se expresó el profundo dolor por la partida de su creador: ‘A nuestro creador y padre. Estarás siempre en nuestros corazones. Descanse en paz’. Vero Lozano, quien trabajó con Telecher en el programa ‘AM’, también le dedicó unas palabras: ‘¡Ayyy! No, qué tristeza, José. Siempre en mi corazón. Tu amor por el trabajo, tu puntualidad y talento. Gracias por todos los años juntos. Cuidamos de Pompín, Carozo y Narizota. Amor para tu familia’.
Un homenaje merecido
La Asociación Argentina de Actores y Actrices también rindió homenaje a José Luis Telecher: ‘Despedimos al titiritero José Luis Telecher. Fue el creador de inolvidables personajes que acompañaron a varias generaciones, como Carozo, Narizota y Pepe Pompín. Nuestras sentidas condolencias a su hermana Patricia, familiares y seres queridos’.
Detalles sobre su estado de salud
Aunque aún se desconocen los motivos exactos de su fallecimiento, se revelaron algunos detalles sobre el estado de salud de Telecher en su último año en la televisión. El periodista Rodrigo Lussich, quien trabajó con él en el programa ‘Socios del Espectáculo’, mencionó que el titiritero había sufrido un ACV y que había pasado por un proceso de recuperación durante la pandemia. A pesar de las dificultades, Telecher regresó a la televisión con su querido personaje de Pepe Pompín, gracias a la gestión de Lussich y las autoridades del canal.
Un legado imborrable
José Luis Telecher deja un legado imborrable en el mundo del espectáculo. Sus personajes, llenos de magia y ternura, han acompañado a varias generaciones y seguirán viviendo en la memoria de todos aquellos que disfrutaron de su talento. Su partida deja un vacío en el corazón de sus seres queridos y en el público que lo admiraba, pero su legado perdurará para siempre.