El emocionante proceso de adopción de Lizy Tagliani
En el tan esperado regreso de la nueva temporada de ‘La Peña de Morfi’ este domingo, los espectadores fueron testigos de un momento emotivo cuando Lizy Tagliani abordó el proceso de adopción que está atravesando junto a su pareja. En un diálogo con la actriz Nancy Duplaá, quien fue su primera invitada en el programa conducido por Diego Leuco, la humorista expresó sus ansias y emociones en torno a la llegada de un nuevo integrante a su familia.
La charla entre ambas mujeres giró en torno a la maternidad, donde Duplaá compartió su experiencia y recomendó tener hijos en una etapa más madura de la vida. Esto provocó risas entre los presentes, mientras Lizy expresaba su esperanza de convertirse en madre pronto, destacando que está en la lista de adopción y aguarda con ansias la llegada de su futuro hijo o hija.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la declaración de Tagliani sobre cómo le gustaría ser llamada por su hijo adoptivo. Con notable emoción, la comediante señaló que no le molestaría ser referida como ‘tía’, ‘prima’ o incluso ‘trava’, resaltando que su mayor deseo es poder brindar amor y cuidado a la persona que pronto se sumará a su familia.
Un camino hacia la adopción
Este proceso de adopción no es nuevo para Lizy Tagliani, quien expresó sus deseos de ampliar su familia mucho antes de su matrimonio con Sebastián Nebot. Fue después de su unión que anunció públicamente el inicio de este camino hacia la adopción, motivada por el deseo de ofrecer un hogar y amor a un niño que lo necesite.
Con respecto a este proceso, Tagliani compartió que avanza gradualmente y es una experiencia personal que comparte con su esposo, quien la apoya desde el principio. Destacó que su intención es ser una madre que brinde amor, valores y una vida compartida, más allá de lo material. La emoción y la esperanza de Lizy Tagliani son palpables en cada palabra, reflejando su profundo deseo de ser madre y ofrecer un hogar amoroso a un niño o niña que lo necesite. Su historia inspira y conmueve, recordándonos la importancia del amor y la solidaridad en la construcción de la familia.