¿Tienen un mayor riesgo las personas que contrajeron COVID y ahora se contagian dengue?
Si bien los primeros datos históricos sobre los registros de casos de dengue aparecieron en la isla de Java en 1779 y Estados Unidos en 1780, el último brote que se desencadenó en Argentina despertó todas las alarmas debido a que en determinados sectores del país no era una enfermedad que generara preocupación por la inexistencia de casos en los veranos anteriores.
En medio de este contexto aún en estudio por estas latitudes, la llamada “fiebre quebrantahuesos” vuelve a ser noticia a raíz de la viralización de un término que generó preocupación: “neumodengue”, que hace referencia a la combinación de los casos de dengue con enfermedades respiratorias y surge a raíz del crecimiento de las internaciones por neumonías atípicas que viene registrando el sistema de salud. El caso más conocido fue el de Antoñito Ventura: el hijo de Luis tuvo que ser internado en junio del año pasado por padecer ambas patologías al mismo tiempo.
La relación entre el dengue y las enfermedades respiratorias
Para tener respuestas a tamaña inquietud, Revista GENTE se conectó con Juan Carlos Cisneros, subdirector del Hospital Muñiz, quien ya de entrada intentó llevar calma respecto a la relación entre una y otra patología. “Estamos con algunas neumonías atípicas, fundamentalmente citacosis, pero no se relacionan con el dengue. Por otro lado, en algún que otro paciente hubo una superposición de enfermedades, pero no podemos por el momento hablar de vínculos de relación, ya que se trata de casos aislados”, aclara. Y agrega: “En el caso de que se sume una cuestión respiratoria más el dengue, sería como la suma de las dos enfermedades, la última no afecta en general los pulmones, por lo que no implica un riesgo más alto como podría suceder con la combinación de otras enfermedades como el coronavirus”, añade.
De esta forma, el profesional de la salud destaca que las complicaciones sólo fueron las habituales para los casos de dengue, especialmente los hemorrágicos, por el “deterioro de la función cognitiva y los cuadros severos de shock, que terminan siendo ventilados y pueden dejar un compromiso respiratorio”. “Tuvimos algunas situaciones muy poco frecuentes. Uno de los ejemplos es un cuera que sufrió un síndrome de Guillain-Barré, que es una complicación descripta, pero muy rara. Sacando eso, no hemos registrado complicaciones no habituales. Lo que sí hemos tenido ahora, pero que no se relaciona con el dengue, son las neumonías atípicas y en formas bastante graves. No es un número muy alto, pero hemos tenido citacosis con mucha destrucción pulmonar”, informa.
La relación entre el COVID-19 y el dengue
Otra cuestión muy mencionada en las redes sociales tiene que ver con quienes manifestaban haber cursado una enfermedad severa de COVID y lo relacionan con haber atravesado de peor forma el dengue. Pero no hay ningún estudio realizado al respecto. “No hemos registrado que los casos que tuvieron COVID severo hayan experimentado un cuadro de dengue más grave. En general son dos fenómenos aislados”, dice contundentemente Cisneros. En la misma sintonía, Nelson Castro afirma a GENTE que “es un punto a analizar en un tiempo. De todo esto estamos aprendiendo día a día. No sé si hay una correlación entre ambos factores, pero seguramente muchos de los que están sufriendo esta enfermedad pasaron por el COVID”.
Las neumonías atípicas y sus síntomas
Las neumonías atípicas reciben este nombre porque los síntomas son algo diferentes de los de la neumonía común: los casos suelen empezar con dolor de cabeza y fiebre, y luego aparece dolor de garganta, tos seca, dolores musculares, de articulaciones y de rodilla y cadera, sarpullido rojo, vómitos y diarrea. Se da en niños desde los cinco años hasta la edad adulta.
El debate sobre la vacunación contra el dengue
La Comisión Nacional de Inmunología recomendó la vacunación en las poblaciones de riesgo y en los lugares donde hay mayor circulación, según apunta Nelson Castro. “Esta discusión que se da en Argentina me parece increíble, más cuando el ministro de Salud (Mario Russo) dice que hay una presión de los medios y los laboratorios para instalar el tema. Me da mucha pena. Repito, no aprendemos nada de lo que pasó”, destaca el periodista.
El Gobierno sostiene que la Organización Panamericana de la Salud no recomienda la vacuna, pero la Agencia Médico Europea sí. Brasil está llevando adelante un estudio muy interesante, y el 31 de enero salió un paper en The New England Journal of Medicine en el que se menciona que un estudio patrocinado por un laboratorio y el Ministerio de Salud brasileño llegó a la conclusión de que se les recomienda la vacuna a menores de 6 a 16 años y adultos, especialmente quienes tuvieron la enfermedad. De esto se trata. Son datos concretos que los médicos seguimos a diario”, apunta Nelson. Más allá de ello, Castro advierte que tomar la decisión de vacunarse tiene que estar basada en la recomendación estrictamente personal que un médico infectólogo haga en cada caso: “Por lo que noto, los pacientes reciben la recomendación de un profesional de la salud de vacunarse un tiempo después de haber sufrido dengue. En los casos de Misiones y Corrientes, por ejemplo, decidieron aplicar la vacuna de forma gratuita por la situación que se viene viviendo”, completa.