Un sueño hecho realidad en Japón
Una pasión que lo acompaña desde niño, un deseo postergado en pandemia, la ilusión por explorar un mundo desconocido y su enorme vocación por la música son quizá las cuatro premisas que por estas horas concluyen en el viaje soñado que Ramiro Bueno, el hijo del Potro Rodrigo, hizo a Japón con amigos.
En diálogo con Revista GENTE desde el otro lado del mundo, y con una diferencia horaria de medio día, el joven cordobés que aspira seguir los pasos de su padre, aunque no el cuarteto, recuerda cómo nació su interés por la cultura japonesa que lo llevó a emprender esta travesía.
Un viaje postergado
El viaje de Ramiro Bueno a Japón fue planeado originalmente para el año 2020, con motivo de los Juegos Olímpicos de Tokio. Sin embargo, la pandemia obligó a posponer sus planes. Ahora, finalmente, ha logrado hacer realidad su sueño y viajar junto a sus amigos.
Además de disfrutar de unas merecidas vacaciones, Ramiro aprovecha este viaje para sumergirse en la cultura japonesa que tanto ama. Desde pequeño, ha sido fanático del animé, aunque esto le haya valido algunas burlas en su infancia. Ahora, con su carrera musical en ascenso y próximos lanzamientos, ha llevado consigo una grabadora para capturar momentos y editar videos en Buenos Aires.
Trabajo autogestionado y nuevos proyectos
Todo el trabajo de grabación y edición de videos lo realiza Ramiro Bueno de manera autogestionada. Aunque está enfocado en su carrera musical, no pierde la oportunidad de disfrutar y conocer el país. Durante su estadía en Japón, ha descubierto la gastronomía local y ha visitado templos y lugares emblemáticos.
Además, Ramiro tiene varios proyectos en marcha. Ya tiene programados dos shows en Buenos Aires y acaba de cerrar un tercero en Córdoba. Todo esto ha surgido mientras se encuentra en Japón, lo cual considera como una señal especial de su padre desde el cielo.
Un viaje de sueños realizados
Este viaje a Japón representa para Ramiro Bueno la realización de varios sueños que alguna vez creyó inalcanzables. Agradece el poder hacerlo realidad gracias a su trabajo como administrativo y a los ingresos que ha obtenido con su música. Aunque las vacaciones se acaban pronto, Ramiro regresará a Buenos Aires con recuerdos inolvidables y la inspiración para seguir trabajando en su carrera musical.
El hijo del Potro Cordobés ha dejado huella en Japón, compartiendo su amor por la cultura japonesa y demostrando que sigue los pasos de su padre en el mundo de la música. Sin duda, este viaje ha sido una experiencia única y significativa para Ramiro Bueno.
