Introducción
La transmisión de la gala de eliminación de Gran Hermano terminó en un estruendoso escándalo después de que Santiago del Moro anunciara que Furia ganaba la votación y quien debía abandonar la casa era Virginia, una de sus máximas enemigas.
Mientras las fanáticas de Juliana celebraron a más no poder el resultado, aquellos que esperaban su salida -y además la daban por hecha- reaccionaron de mala manera gritando que el reality ‘está arreglado’.
El enfrentamiento entre los fanáticos
‘Gran Armado, Gran Armado’ se escuchó a viva voz una vez que Del Moro gritó con su inconfundible estilo que ‘La Virqueen’ tenía que agarrar la valija y salir por la misma puerta por la que había ingresado cuatro meses atrás.
El alarido inflamado de la gente era tan fuerte que tapaba tanto a la fervorosa exclamación de las furiosas como a las palabras que podía decir el propio conductor.
Se produjo entonces un fuerte enfrentamiento entre los dos ‘fandom’ que por suerte no pasó a mayores pero que en un momento amagó con generar hasta un encontronazo cara a cara, o cuerpo a cuerpo.
En el estudio hay seguridad privada, pero los ánimos se van tan arriba en determinados momentos que pueden provocar un desmadre de magnitudes impensadas. Los fanáticos se olvidan de las cámaras, los buenos modales y las sanas costumbres y siempre se está ‘a un centímetro’ de la catástrofe. No sucedió, menos mal, pero faltó apenas un pelito para que ardiera Troya.
La reacción de Santiago del Moro
Del Moro quedó tan enojado y tan alerta que se dirigió con potencia a las ‘hinchadas’ que abarrotaban las instalaciones del canal. ‘Cuando yo estoy adentro de la casa no grita nadie. Si te gusta bien, si no te gusta… estas son las reglas. No importa de qué lado fue. ¿Estamos?. Es mucha información y tienen un cortocircuito en la cabeza’ les mandó.
La cosa estaba en llamas. Y la casa más.
Conclusión
El escándalo que se desató en Telefé cuando Furia le ganó a Virginia en Gran Hermano dejó a todos sorprendidos y generó un fuerte enfrentamiento entre los fanáticos. La frustración de los derrotados se hizo evidente y las manifestaciones en contra de la producción y los participantes no se hicieron esperar. Con las finales por venir, el futuro del programa es incierto y cualquier cosa puede suceder.
