El nuevo novio de Nahir Galarza: el amor tras las rejas
Detenida hace casi seis años y con la certeza de estar tras las rejas hasta los 52, Nahir Galarza tiene en el presente dos personas clave en su vida. “Son en quienes ella se refugia y confía”, dice una alta fuente judicial consultada. Buscando desandar cómo son sus días en la Unidad Penal Femenina 6 Concepción Arenal, Revista Gente pudo confirmar que entre ellas se encuentra el nuevo novio de la joven de 26 años condenada por el crimen de Fernando Pastorizzo. En más de una oportunidad se habló de sus amores. Pero este caso representa una particularidad porque se trata de una historia de amor de dos personas que se encuentran tras las rejas.
“Se llama Ayala. Se conocieron porque comparten las clases juntos (cursan la carrera de Programación Informática que brinda la Universidad Autónoma de Entre Ríos UADER). Tienen una buena amistad. Cuando ella se cruza para acá charlan y toman mate juntos”, dice uno de los guardiacárceles de la Unidad de Varones 1 Juan José O’Connor a Revista Gente.
El protocolo de las visitas
“Es una relación”, confirma sin vueltas a Revista Gente el abogado de la detenida, José Ostolaza. “Hay abogados del estudio que conocen en mayor detalle esta situación porque son quienes piden los datos concretos para que ellos se puedan ver. Para que él ingrese al penal de mujeres o ella se traslade al de varones, por fuera de las clases, tiene que haber una autorización judicial”, suma. “Desde lo legal, Nahir está en condiciones de pedir que la trasladen para hacer lo que se denomina visita higiénica. En este caso ella sale acompañada por los funcionarios públicos del servicio penitenciario tras conseguir la autorización del juez”, explica.
“Hay todo un protocolo que va desde el punto de vista psicológico y llega hasta el aspecto médico. No es tan simple como ‘conocí a alguien estudiando y ya tengo acceso a él con una simple autorización’. Acá se aplica un protocolo en el que le hacen varios estudios médicos y, luego, un psicólogo determina si es favorable que esto suceda en base cómo se encuentra ella”, sintetiza sobre el procedimiento.
La vida de Nahir en prisión
Paredes adentro del penal femenino, quien acompaña a diario a Galarza es Yanina Lezcano, una de las internas con las que logró mantener una estrecha relación de amistad. “Ella es muy reservada a la hora de hablar de lo que vive en la cotidiana de su vínculo con las otras reclusas. Lo que sí te puedo decir es que en conducta tiene un 9, estudia, y cumple un horario laboral atendiendo la panadería”, añade el letrado.
Caminar por las inmediaciones de la Unidad 6 y de la Unidad 1 de Paraná es encontrarse con dos cárceles insertadas en medio de una zona residencial. Llama la atención ver cómo los vecinos conviven con esta fisonomía tan particular. Por momentos el silencio es tan fuerte que ensordece. Las paredes pintadas de blanco se difuman con el cielo nublado. El escenario parece tétrico. Desde las alturas, una guardia controla que no se escape ninguna reclusa del penal.
En cuanto a la cárcel, sin dudas uno de los contrastes más grandes con la trama de la película (Nahir, que se puede ver por Prime Video) es que el filme busca reflejar las condiciones de un penal de mayores dimensiones, pero el lugar no es así. Sobre la calle José Ruperto Pérez hay dos locales que pertenecen a la Unidad: una lavandería y una panadería atendida por policías en un trabajo que hacen en conjunto con las internas a las que supervisan. Abren de lunes a viernes, de 9 a 18.