La historia detrás del primer beso de Mónica Antonópulos
Desde sus redes sociales, Mónica Antonópulos se animó a contar una divertida anécdota de su adolescencia. Es que en complicidad con sus seguidores se animó a revelar la historia de su primer beso. Si bien esta le da un poco de pudor, aceptó dejar esto de lado para contar y despertar una risa en la gente.
Teniendo en cuenta que Mónica Antonópulos se encuentra trabajando en El Beso, obra teatral que comparte con Luciano Cáceres, Luciano Castro y Mercedes Funes, se animó a relatar cómo es la historia de su primer beso. Es por eso que comenzó poniendo en contexto su situación y aclarando que la primera vez que dio un beso fue a sus 17 años. Sin embargo, pese a la presión social de tener que ser un momento perfecto, ella reveló que terminó siendo un momento incómodo debido a un problema que tuvo con una prótesis.
Un beso inesperado y un accidente inoportuno
“Yo me había roto hace un par de años una paleta central y tenía una prótesis, que justo me habían dicho que me iba a durar una semana”, indicó la actriz sobre el estado en el cual se encontraba en ese momento. Para colmo, mencionó que no se sentía para nada cómoda con esto: “La prótesis se movía muchísimo”. Para colmo, justo en esos días Mónica Antonópulos venía anticipando que se podría aproximar su primer beso con un compañero del colegio, por lo que relató cómo fue ese momento: “Yo estaba muy nerviosa porque no me quería perder la oportunidad. Llego a la parada del 55, bajamos ahí y él me da un beso”.
Justo en ese momento, ocurre un accidente con su prótesis, por lo que su atención se posó en ella: “Cuando me da el beso siento que se me cae la paleta central adentro de la boca de esa persona. Empiezo hábilmente con la lengua a buscar desesperada”, relató la mujer de Marco Antonio Caponi. “No me despegué porque no podía separarme y que se me vea una ventana. Finalmente encontré la prótesis y la enganche”, confesó sobre cómo hizo para escapar de ese incómodo momento justo durante su primer beso. Sin embargo, el paso del tiempo le permite recordarlo entre risas: “Ese fue mi primer beso con un diente perdido”.
