El sorprendente reencuentro de Jimena Barón y Daniel Osvaldo en plena pandemia
Aunque pasaron casi 10 años desde que se separaron, la polémica manera en la que se terminó la relación de Jimena Barón y Daniel Osvaldo sigue dando de qué hablar. Si bien la cantante está felizmente enamorada con su pareja, con quien ya tiene 3 años, decidió contar detalles inéditos de su tormentoso fin de capítulo con el papá de su hijo.
Fue en su regreso a Olga que reveló por primera vez que años después probaron tener un acercamiento por el nene, pero no funcionó. “En la pandemia no volví, fui a la casa por una cuestión de espacios a recuperar mis cosas de noche cuando dormía, nunca lo conté, lo cuento acá, basta”, comenzó contando en el canal de streaming.
Y siguió con el relato: “Recuperé todo, mi ropa, mis productos. No fui a buscar mis cosas, tenía a mi hijo en un departamento chico y se me complicó. El departamento divino, pero muy pequeño”, recordó.
Fiel a su personalidad sin filtro, Barón se refirió a cómo fue la convivencia en ese momento: “Era una casa de cuatro pisos en Banfield, comimos asado y en algún momento sí dije: ‘Momo que no tiene un pu.. recuerdo de nosotros buena onda’, pero la buena onda duró 15 minutos y nos retiramos con todas mis cosas”, mencionó.
Jimena Barón habló de lo mal que la pasó tras su separación
En medio de la charla, Nati Jota quiso saber: “¿La primera vez que te separaste, tu hijo fue un tema para pensar la separación?”, y la cantante fue contundente: “Yo no me separé. Ojalá tuviera ese mérito. Me dejó, se fue. Me enteré por la tele. Me encantaría, por lo menos, decir que me separé”, expresó irónica.
Fue entonces que habló de lo mal que la pasó tras su separación: “Yo no podía hacer nada, estaba muy mal. Mi viejo había muerto, ahogado, hacía cuatro meses. Además, no tenía leche. Ahora, veo imágenes y me acuerdo estar en una nube de pedo. No podía con mi vida. Estaba flaca, horrible, toda nerviosa, muy angustiada”, detalló sobre lo duro de ese momento.
“En el medio de todo prendo la tele y este señor se estaba tatuando un nombre en su cuerpo. El día anterior se había ido enojado. Ya no iba más”, agregó la artista.
La intérprete remató diciendo: “Estábamos en Europa y yo había venido con una sola valija de invierno, con suéteres, con cosas para el enano… Era el típico jugador que te aísla y, cuando te quejas, te dice: ‘Mirá la casa que tenemos en Nordelta’ Y vos decís: ‘Pero yo no quiero una casa en Nordelta. Quiero que me venga a ver mi vieja, que no tiene auto’. cerró.
