La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha marcado el inicio de una nueva era de proteccionismo económico a nivel global. Si bien los activos argentinos festejaron inicialmente esta victoria, la realidad es que este escenario generará tanto luces como sombras para nuestra economía.
Desde la crisis internacional de 2008, el fenómeno de la globalización ha sufrido un retroceso significativo. En 2023, el número de barreras comerciales (arancelarias y paraarancelarias) se duplicó en comparación con 2019, lo que evidencia que las relaciones entre países aliados se han vuelto más tensas y competitivas.
El Impacto del Proteccionismo Estadounidense
La plataforma electoral de los republicanos deja en claro algunas de las medidas que Trump planea implementar. Entre ellas, destaca la aplicación de un arancel del 10%-20% a todas las importaciones, con un gravamen aún mayor (60%) para el caso de China. Esto se traducirá en un mayor nivel de precios para la economía estadounidense, lo que podría llevar a la Reserva Federal a recortar su tasa de interés de manera más gradual.
Además, Trump ha prometido hacer permanentes los beneficios impositivos y recortes de impuestos introducidos durante su primer mandato. Esto, sumado a un mayor gasto en áreas como Defensa, Salud y Educación, presionará sobre el resultado fiscal estadounidense, que se estima cerrará en -6,5% del PBI en 2024. Para financiar este déficit, el Gobierno deberá incrementar su nivel de deuda, lo que aumentará el rendimiento de los bonos del Tesoro.
Impactos en la Economía Argentina
Este escenario de mayor proteccionismo y dólar más fuerte tendrá varios impactos negativos para Argentina. Entre ellos, se destaca la reducción del ingreso de capitales, la depreciación de las monedas emergentes y la caída en el precio de los commodities, como la soja.
En el caso de la soja, se espera que el precio local se desacople del precio internacional, tal como ocurrió durante el primer mandato de Trump. En aquel entonces, la cotización de la soja en la Bolsa de Comercio de Rosario llegó a ser 15% superior, en promedio, a la de Chicago, debido a que China, principal comprador de la oleaginosa estadounidense, disminuyó sus compras y aplicó un arancel del 25% como represalia a la guerra comercial.
Otro commodity relevante para la economía argentina que se verá afectado es el gas. Las proyecciones del equipo económico sobre el futuro superávit energético del país podrían verse complicadas por las políticas de Estados Unidos, ya que Trump ha prometido reducir a la mitad los precios de la energía en los primeros 12 meses de su mandato.
El Rol del FMI y las Oportunidades Inesperadas
En cuanto al Fondo Monetario Internacional, si bien se especula con la posibilidad de que envíe nuevos dólares a Argentina, la realidad es que nuestro país incumplió con el último objetivo de acumulación de reservas internacionales y representa el 28% de la cartera de préstamos del FMI, en un contexto en el que otros países miembros tienen otras preocupaciones.
A pesar del panorama desalentador, este escenario de mayor proteccionismo también podría generar beneficios inesperados para Argentina, especialmente en el contexto de la guerra comercial con China. Como se mencionó anteriormente, el desacople de los precios de la soja a nivel global terminó beneficiando a nuestro país.
En definitiva, la era del proteccionismo estadounidense bajo la presidencia de Trump traerá tanto desafíos como oportunidades para la economía argentina. Será fundamental estar atentos a los desarrollos futuros y a la contrarreacción de China, que sin duda tendrá un impacto significativo en los próximos capítulos de esta historia.