La relación entre Argentina y Estados Unidos ha sido históricamente compleja, marcada por injerencias políticas, presiones diplomáticas y barreras comerciales. Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, esta dinámica enfrenta nuevos desafíos que requieren un análisis cuidadoso.
La Evolución del Comercio Bilateral
Si bien la participación de Estados Unidos en el comercio exterior argentino ha disminuido en las últimas décadas, sigue siendo un socio clave. Es nuestro cuarto destino de exportaciones de bienes y el tercero en importaciones, además de ser el principal destino de las exportaciones de servicios.
Este vínculo comercial ha atravesado altibajos, con una primera etapa de fortalecimiento hasta mediados de los 2000, seguida de un leve retroceso a medida que China se consolidaba como nuevo eje de la economía mundial. Sin embargo, la relevancia estratégica de Estados Unidos para Argentina se ha mantenido, independientemente del perfil ideológico de los gobiernos de turno.
Desafíos en el Acceso al Mercado Estadounidense
Ingresar al mercado estadounidense no es tarea sencilla. Ambos países cuentan con sectores industriales y agropecuarios similares, lo que genera una competencia directa en productos primarios. Esto se traduce en diversas barreras arancelarias y no arancelarias impuestas por Estados Unidos para proteger a su industria local.
Casos emblemáticos como el de las exportaciones de limones durante el gobierno de Macri, o las restricciones al acero, evidencian que enfrentarse a la potencia del norte no es gratuito ni fácil. Estos mecanismos de protección no siempre se enmarcan en las normativas de la OMC, lo que complica aún más el panorama.
¿Qué Esperar de la Administración Trump?
Según la experta Julieta Zelicovich, el entusiasmo del gobierno argentino por la victoria de Trump podría ser ingenuo. Si bien existe una afinidad ideológica entre ambos presidentes, la propuesta de Trump se basa en el America First y el Make America Great Again, anteponiéndose los intereses estadounidenses a cualquier objetivo de política internacional.
Zelicovich advierte que Argentina deberá enfrentar los efectos sistémicos de las políticas proteccionistas y disruptivas de Trump, como la posible elevación unilateral de aranceles, antes que esperar una agenda bilateral más favorable. En este escenario, negociar nuevos acuerdos comerciales con Estados Unidos parece estar fuera de los planes de la administración republicana.
Adoptar una Estrategia Pragmática
Ante este panorama, Argentina deberá adoptar una estrategia comercial pragmática y realista, sin caer en ilusiones sobre una supuesta afinidad ideológica. Será crucial monitorear los efectos sistémicos de las políticas de Trump y prepararse para enfrentar un escenario de mayor incertidumbre y tensión comercial a nivel global.
En lugar de esperar concesiones por simpatía política, Argentina deberá concentrarse en fortalecer su competitividad, diversificar sus mercados y aprovechar al máximo los mecanismos multilaterales disponibles para defender sus intereses comerciales.
