Santiago de Chile, la capital del país trasandino, ha experimentado una expansión urbana descontrolada en las últimas décadas, con un crecimiento del suelo urbano de más del 124% entre 1997 y 2013, mientras que la población solo aumentó un 26%. Este modelo de baja densidad ha generado una fragmentación social del territorio, con la proliferación de barrios cerrados y asentamientos populares, reflejando la desigualdad que caracteriza a la sociedad chilena.
Sin embargo, las recientes elecciones en las regiones metropolitanas y comunas de Chile han dado un giro a esta tendencia, con la izquierda y los aliados del gobierno de Gabriel Boric al frente de 10 de las 16 regiones del país, incluida la Región Metropolitana de Santiago. Uno de los líderes clave en este cambio es Claudio Orrego, quien fue reelegido como gobernador de la región y se ha destacado por su enfoque en las políticas urbanas.
Movilidad Sostenible y Espacio Público
Una de las principales transformaciones impulsadas por Orrego y el gobierno de Boric en Santiago ha sido la apuesta por una movilidad más sostenible. En los últimos años, se han inaugurado dos nuevas líneas de metro y se han extendido las ya existentes, sumando casi 50 kilómetros a la red, que ahora alcanza los 149 kilómetros, más del doble que la de Buenos Aires. Además, se encuentran en construcción dos líneas más para ser completadas antes de 2028.
Asimismo, se ha renovado el sistema de transporte público con la implementación del Transantiago, ahora llamado Red Metropolitana de Movilidad, que integra todo el transporte público de la región metropolitana y promueve la multimodalidad y el abaratamiento de los viajes. Esto se complementa con una extensa red de ciclovías, que en 2021 alcanzó los 490 kilómetros, convirtiéndose en la más extensa de la región después de Bogotá.
Otro de los proyectos destacados es el Parque Mapocho Río, una iniciativa que contempla una ciclovía-parque a lo largo del río Mapocho, el cauce de agua emblemático de la ciudad. Este proyecto, impulsado inicialmente por el presidente conservador Sebastián Piñera, ha sido continuado por la administración progresista de Gabriel Boric, lo que demuestra cierto acuerdo transversal en torno al giro en las políticas urbanas de la ciudad.
La Inmobiliaria Popular: Combatiendo la Desigualdad
Pero quizás uno de los proyectos más innovadores impulsados por el gobierno local de Santiago es la Inmobiliaria Popular, una empresa pública de desarrollo urbano creada por la alcaldía de Recoleta, una de las comunas de la Región Metropolitana.
La Inmobiliaria Popular se encarga de construir edificios en terrenos públicos para luego alquilarlos a precios asequibles, con el objetivo de competir con las opciones del mercado y generar un piso más bajo en las condiciones de alquiler. Los inquilinos pagan un máximo del 25% de sus ingresos, y el resto lo cubre el gobierno local.
Lo más llamativo de estos edificios es que no parecen típicas viviendas públicas, sino que tienen un diseño moderno y amenities, lo que los diferencia de la oferta del mercado inmobiliario
, destaca Rodrigo Hurtado, quien ha presentado esta iniciativa en diversos foros internacionales.
Además, esta política se complementa con el subsidio al arriendo implementado a nivel nacional desde 2018, lo que brinda a las familias de bajos ingresos una doble ayuda pública para acceder a una vivienda digna.
Estas innovadoras políticas urbanas impulsadas por el gobierno de Boric y las autoridades locales de Santiago buscan revertir la fragmentación social y la desigualdad que ha caracterizado el desarrollo de la capital chilena, apostando por una ciudad más inclusiva, sostenible y con mayor acceso a la vivienda asequible.