Sebastián Domínguez, ex jugador de Vélez Sarsfield y entrenador de Tigre, ha sorprendido a sus seguidores con una noticia que derrite los corazones: se casa nuevamente, esta vez con su novia mexicana, María González Salmón, quien es 16 años más joven que él.
Después de su primer matrimonio con Victoria Constantini, con quien tuvo dos hijos, Emilia y Manu, Domínguez decidió volver a apostar por el amor. Y es con esta hermosa morocha de 28 años que el ex futbolista de 44 años planea construir una vida matrimonial llena de cariño, respeto y compromiso.
Según relata el propio Domínguez en su emotivo anuncio en redes sociales, él y María se eligieron desde el primer momento, se cuentan todo y se han ido cuidando y fortaleciendo día a día. Nos completamos. A veces hay personas que llegan a tu vida sin aviso y se quedan ahí para siempre
, escribió el enamorado deportista.
Una Propuesta Digna de una Película Romántica
La pareja se conoció mientras Domínguez se desempeñaba como ayudante de campo de Hernán Crespo en el Al-Duhail de Qatar, y María trabajaba como modelo en Medio Oriente. Fue en ese contexto que surgió el amor entre ellos, a pesar de la diferencia de edad y la distancia cultural.
Y fue en medio de paisajes naturales y una playa paradisíaca que Sebastián le propuso matrimonio a María, demostrando que el romanticismo y la pasión siguen siendo parte fundamental de su relación. Por eso hace unos días tomamos esta decisión tan especial, que quien nos conozca un poquito o mucho sabe del cariño, el amor y el respeto que existe entre nosotros. Y si! saltamos, juntos, invencibles, nos comprometimos. Y estamos felices!! Para siempre
, expresó el ex futbolista emocionado.
Superando Barreras y Construyendo un Futuro Juntos
A pesar de la diferencia de edad y los desafíos que implica una relación intercultural, Sebastián Domínguez y María González Salmón han demostrado que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo. Juntos, han logrado crear una conexión profunda y duradera, que los ha llevado a dar el gran paso del compromiso matrimonial.
Mientras Domínguez evalúa su futuro laboral y a qué club irá como entrenador, él y María disfrutan de este presente personal y sentimental lleno de felicidad y proyección. Su historia es un claro ejemplo de que el amor no tiene fronteras y que, con dedicación y respeto mutuo, es posible construir una relación sólida y duradera.
