En medio de la agitada separación entre Wanda Nara y Mauro Icardi, ha surgido un foco de atención en torno a la majestuosa residencia que se erige como testigo de sus disputas. Situada en el exclusivo barrio de Santa Bárbara, en Tigre, esta propiedad se ha convertido en un punto de interés no solo por su valor económico, sino también por ser el epicentro de la áspera confrontación de la pareja.
La casa, adquirida por Wanda antes de su matrimonio con Icardi, fue concebida como un nuevo hogar para ella y sus hijos. Con una superficie de 1800 metros cuadrados, la propiedad se despliega majestuosamente, contando con 7 espacios dedicados, 5 baños, 5 habitaciones y una amplia piscina. Estas características no solo definen su lujoso estado, sino también su estatus como residencia segura y confortable para la familia Nara.
Más allá de los escándalos, esta propiedad representa un oasis de privacidad y tranquilidad para Wanda y sus hijos. Según lo expresado por la empresaria, la casa de Santa Bárbara fue adquirida con la intención específica de crear un nuevo hogar, un lugar donde poder disfrutar de momentos familiares lejos de los focos mediáticos.
Sin embargo, la casa también se ha visto envuelta en la tormenta de la separación. Trascendió que Icardi llegó a utilizar la propiedad como escenario de su relación extramarital con la China Suárez, hecho que anarquizó aún más las ya revueltas aguas de su relación con Nara. Este incidente no solo generó un escándalo mediático, sino que también llevó a Wanda a emprender acciones legales para proteger su privacidad y la de su familia.
Con un valor estimado en torno a los 860.000 dólares, la casa de Santa Bárbara se ha convertido en un símbolo de la lucha de Wanda Nara por mantener su estabilidad y la de sus hijos en medio de la tormenta que ha sacudido su vida personal. Más allá de los titulares, esta propiedad representa un refugio seguro y un espacio de tranquilidad para la empresaria y su familia.