El Gobierno de Javier Milei ha implementado una estrategia económica multifacética para abordar la persistente inflación en Argentina. Más allá del ancla fiscal y monetaria ya establecidas, el nuevo enfoque se basa en dos pilares clave: anclar los salarios y fortalecer el carry trade.
Ancla Salarial: Contención de Expectativas Inflacionarias
Reconociendo que el ajuste fiscal por sí solo no es suficiente, el Gobierno ha decidido intervenir directamente en el mercado laboral. A través de la homologación de paritarias que se alinean con la pauta de inflación establecida, se busca contener las expectativas salariales y, por ende, la inercia inflacionaria. Esto se evidencia en los acuerdos firmados con sindicatos clave, como la UOM y Camioneros, que contemplan aumentos nominales moderados.
Según el asesor de Caputo, Federico Furiase, esta nominalidad de las paritarias convergiendo hacia las expectativas de desinflación
es una señal clara de la credibilidad en las anclas del programa macroeconómico. Sin embargo, algunos economistas cuestionan si esta política de ingresos es realmente voluntaria o si responde a una presión gubernamental.
Carry Trade: Incentivando la Bicicleta Financiera
En paralelo, el Gobierno ha acelerado la bicicleta financiera, creando un descalce entre la tasa de devaluación y la tasa de interés. Al mantener un ritmo de devaluación del 1% mensual y no bajar la tasa de política monetaria al mismo ritmo, se genera un atractivo diferencial que incentiva el carry trade.
Esta estrategia tiene varios objetivos: contener el dólar paralelo, facilitar la renovación de deuda del Tesoro y acumular reservas a través de la liquidación de exportaciones. Sin embargo, también conlleva riesgos, como un déficit crónico en la balanza de pagos y una mayor apreciación cambiaria que afecta la competitividad de las exportaciones.
Tensión con el FMI: Divergencias en Políticas y Resultados
La estrategia económica de Milei ha generado tensiones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en su análisis ex post del programa anterior cuestionó la inconsistencia del déficit de balanza de pagos. El Gobierno, por su parte, defiende la intervención en el mercado paralelo y la política de crawling peg como elementos clave para anclar las expectativas de inflación y tipo de cambio.
Mientras el FMI aboga por mayores ajustes en la tasa de interés real, el Gobierno de Milei insiste en que si Argentina hubiera elevado las tasas de interés reales o se hubiera desviado del crawling peg del 2%, el resultado habría sido una mayor emisión monetaria y una continuación de la espiral inflacionaria
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Desafíos y Perspectivas
La estrategia económica de Milei enfrenta importantes desafíos a largo plazo. Si bien el carry trade y el ancla salarial pueden brindar resultados a corto plazo, existe el riesgo de generar desequilibrios estructurales en la balanza de pagos y el mercado laboral. Además, la sostenibilidad de esta política dependerá de la capacidad del Gobierno para mantener la credibilidad y la confianza de los inversores.
En última instancia, el éxito de esta estrategia se medirá por su capacidad para reducir la inflación de manera duradera y sentar las bases para un crecimiento económico sostenible. El Gobierno de Milei deberá navegar cuidadosamente entre las demandas del FMI y las necesidades de la economía argentina para lograr este delicado equilibrio.
Ayer el FMI sacó la revisión del programa que hizo con Argentina en 2022. Tiene varias autocríticas y al final la respuesta del gobierno actual.
Cuento de que va: pic.twitter.com/uWgw04QQ8j— Santiago Bulat (@Santiagobulat) January 12, 2025
Muchos economistas señalaban la ausencia de una política de ingresos explícita para anclar expectativas.
El programa de estabilización 2024 demostró por sus resultados que la mejor “política de ingresos” es tener un ancla fiscal y monetaria inquebrantables, que a su vez derivan… https://t.co/mJzWIra0st— Federico Furiase (@FedericoFuriase) January 3, 2025