En el corazón del Delta del Paraná, una región de humedales y ríos que abastece de agua dulce a millones de personas, se libra una batalla por la defensa del territorio. Mujeres y disidencias de las ciudades de Victoria y Tigre se han unido en la red Río Feminista para hacer frente a los desafíos que enfrentan estas comunidades ribereñas: la escasez de agua, la degradación ambiental y las violencias patriarcales.
Tejer Redes de Cuidado en el Humedal
En Victoria, Diana Campos y Sofía de Luca son parte de Río Feminista, una red que atraviesa las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. Desde allí, impulsan acciones para proteger el humedal, como el proyecto Taller Flotante, que les permite recorrer las islas en lancha y tejer vínculos con otras mujeres.
«Con Río Feminista hemos ido a visitar mujeres que están en la casa y no pueden salir si no tienen a alguien que les conduzca la lancha. Antes teníamos la lancha taxi, entonces era diferente»
, explica Diana.
Para enfrentar esta situación, han generado un proyecto de conductoras náuticas para que más mujeres puedan manejar sus propias embarcaciones y recuperar su movilidad en el territorio.
Defendiendo el Agua y la Vida
La escasez de agua es uno de los principales problemas que enfrentan estas comunidades. La Coordinadora del Agua, que reúne a pescadores, organizaciones sociales, ganaderos y grupos feministas, se moviliza para exigir que se drague el riacho Victoria, cuyas bocas de acceso están tapadas por los sedimentos de la Hidrovía.
«Queremos un río con agua, no triste como está ahora»
, reclama Carolina Cabrera, integrante de la Cooperativa de Pescadores Frutos del Río.
Pero el conflicto va más allá de la falta de agua. Ana Julia Bustos, parte de la Coordinadora, advierte que el sedimento que tapona el ingreso de agua a Victoria es consecuencia de un modo de trabajo sobre la Hidrovía que también erosiona las costas de Rosario y otras ciudades del Paraná.
Resistencia Feminista y Ecológica
Las mujeres y disidencias de estas comunidades entienden que la defensa del humedal está entrelazada con la lucha contra las violencias patriarcales. Sofía de Luca ha recibido amenazas por su activismo en torno a dos femicidios ocurridos en Victoria.
«El lugar en el que vivimos está hecho de una violencia estructural contra la vida no humana. Eso es una enseñanza del ecofeminismo: hay una relación entre la violencia contra el territorio, contra el ambiente, contra la vida natural y contra las mujeres»
, señala Ana Fiol, integrante de Orilleras y la diplomatura Ecofeminismos, cuerpos y territorios en peligro.
En este escenario de crisis ambiental y social, las mujeres y disidencias de Victoria y Tigre se organizan para tejer redes de cuidado, resistencia y acción colectiva. Desde la navegación de las islas hasta la movilización en las calles, su lucha por defender el humedal del Paraná es también una lucha por la vida y la justicia.