Carlos Tocco, de 64 años, es el participante más grande de esta edición de Gran Hermano. Pero su edad no fue un limitante para adaptarse a la dinámica de la casa más famosa del país. Impulsado por sus hijos, Carlos se animó a esta aventura y logró superar casi dos meses de convivencia con desconocidos.
Sin embargo, la historia de Carlos va mucho más allá de su paso por el reality. Hace unos años, sufrió una lesión que lo dejó en silla de ruedas y lo puso al borde de la muerte. Pero con una fuerza de voluntad inquebrantable, logró recuperarse y volver a caminar, e incluso a jugar al fútbol, su gran pasión.
La Pesadilla de la Silla de Ruedas
En 2018-2019, Carlos tuvo que enfrentar una situación devastadora. Después de 12 operaciones de columna, quedó en silla de ruedas debido a una mala praxis médica. Estuve a punto de morirme. La pasé muy, muy mal
, recuerda Carlos.
Pero lejos de rendirse, Carlos se llenó de valor y decidió luchar por recuperar su vida. Con el apoyo de sus hijos, que lo acompañaban en sus paseos en silla de ruedas, Carlos comenzó a dar pequeños pasos hacia su recuperación. Empecé a caminar yo, me agarré de la silla de ruedas, salí a caminar a la calle con la silla de ruedas adelante, entonces daba 10 pasitos, paraba y me sentaba…
Poco a poco, Carlos fue recuperando su movilidad y, contra todo pronóstico, logró volver a caminar. Nadie pensó que iba a hacer esto que estoy haciendo. Que iba a poder correr, jugar al fútbol, jugar a las escondidas con los chicos, hacer juegos en Gran Hermano, ir al gimnasio.
El Regreso a la Cancha
El fútbol siempre fue la gran pasión de Carlos. Comenzó su carrera desde muy joven, debutando a los 18 años en Chacarita. Pero su trayectoria estuvo marcada por constantes lesiones que lo frustraron en varias ocasiones.
Después de su paso por diferentes equipos, tanto en Argentina como en Venezuela, Carlos decidió dedicarse a la dirección técnica. Sin embargo, su sueño de volver a las canchas nunca se apagó.
Y fue precisamente ese sueño el que lo impulsó a recuperarse. Antes de entrar a Gran Hermano, Carlos volvió a jugar al fútbol, algo que no hacía desde hacía 6 años. Fue muy emocionante. Hace 6 años al menos que no lo hacía y salió en las redes sociales porque mi hija hizo un posteo. Me llamaron desde periodistas hasta jugadores. Fue hermoso.
Un Mensaje de Esperanza
Más allá de su paso por el reality, Carlos quiere dejar un mensaje de esperanza a las personas mayores. Siempre digo que tengo 64 años y mi vida llegó a la tardecita. Para mí ahora son las 6 y cuarto de la tarde y aún falta mucho para que llegue a las 12 de la noche. Entonces hay mucho por vivir todavía y ese es el mensaje para la gente adulta.
Su historia demuestra que nunca es tarde para cumplir los sueños y que, con determinación y perseverancia, se pueden superar incluso las adversidades más difíciles. Carlos es un ejemplo vivo de que la edad no es un límite, sino una oportunidad para reinventarse y disfrutar de la vida al máximo.