La repentina partida de Jorge Lanata, uno de los periodistas más influyentes de Argentina, ha dejado un vacío en el mundo de la comunicación y, a su vez, ha desatado una compleja disputa familiar en torno a su herencia. Sin un testamento formal que organice la distribución de sus bienes, sus hijas, Bárbara y Lola Lanata, y su viuda, la abogada Elba Marcovecchio, se enfrentan a un proceso de sucesión lleno de incertidumbres y posibles tensiones.
Bienes en Juego
Según la información revelada, entre los activos más valiosos de Lanata se encuentran su departamento en el exclusivo Palacio Estrugamou en Buenos Aires, una casa en Punta del Este y una colección de arte de gran valor. Sin embargo, existe una particularidad en el caso del departamento del Palacio Estrugamou, ya que fue adquirido por Marcovecchio durante su matrimonio con Lanata, pero quedó estipulado como un bien exclusivo para ella gracias a un acuerdo de división de bienes que firmaron en vida.
Derechos de Autor e Imagen
Otro aspecto relevante en la sucesión de Lanata es el manejo de sus derechos de autor e imagen, que podrían seguir generando ingresos. Según el abogado Mauricio D’Alessandro, este tipo de derechos no siempre son reclamables por los herederos, a menos que el periodista los haya cedido a una productora o editorial antes de su fallecimiento.
Ausencia de Testamento y Acuerdos Previos
La ausencia de un testamento formal y la falta de acuerdos escritos complican aún más el proceso de sucesión. Según la periodista Natasha Niebieskikwiat, no existe un testamento ni un acuerdo prenupcial que organice los bienes de Lanata, lo que significa que sus bienes deberán dividirse en tres partes iguales: una para cada hija y otra para su viuda, Elba Marcovecchio.
Posibles Tensiones y Litigio
A medida que se desarrolle el proceso de sucesión, es posible que surjan discrepancias entre las partes involucradas, especialmente si existen diferencias en la interpretación de los acuerdos previos. Esto podría aumentar las tensiones y llevar a un juicio de sucesión, donde se deberá determinar la distribución final de los bienes de Lanata.
En resumen, la ausencia de un testamento formal y la complejidad de los bienes en juego han desencadenado una disputa familiar que promete ser un desafío legal y emocional para las hijas de Lanata y su viuda. A medida que se desarrolle el proceso, será fundamental mantener la unidad y el respeto mutuo para honrar la memoria de este icónico periodista.
