Rocío Marengo, de 44 años, se encuentra en una etapa de su vida llena de felicidad y sorpresas. Después de más de 11 años de relación con Eduardo Fort, el hermano de Ricardo Fort, Rocío ha sumado un nuevo rol a su vida: el de abuelastra.
Todo comenzó cuando Macarena, la hija de Eduardo, se convirtió en madre por primera vez a los 24 años. La llegada de Filippa, la pequeña nieta, trajo consigo una nueva dinámica familiar que Rocío ha abrazado con los brazos abiertos.
«Ojalá todos pudieran encontrar a alguien con quien quieran pasar el resto de su vida y formar una familia tan temprano en sus vidas»
, expresó Macarena en un emotivo mensaje en sus redes sociales, dando la bienvenida a su hija y reconociendo el apoyo de su familia ensamblada.
Una Familia Cada Vez Más Unida
Rocío Marengo, quien se convirtió en la madrastra de Macarena hace más de una década, ahora se encuentra en un nuevo rol dentro de esta familia cada vez más ensamblada. Su relación con Eduardo Fort y su aceptación dentro del clan Fort ha sido un proceso gradual, pero hoy en día es considerada una más del grupo.
La llegada de Filippa ha sido un momento de gran alegría para todos, y Rocío ha abrazado este nuevo título de abuelastra con entusiasmo. Según sus propias palabras, esta situación la ha tomado por sorpresa, pero es algo que se veía venir en las últimas semanas.
Aceptación y Amor en la Familia Ensamblada
Rocío Marengo ha demostrado ser una figura clave en la vida de Macarena y ahora también en la de Filippa. Su integración a la familia Fort ha sido un proceso natural, y hoy en día es considerada una parte fundamental de este núcleo familiar cada vez más unido.
La joven madre, Macarena, ha expresado su agradecimiento y cariño hacia Rocío, reconociendo su papel como una figura materna y de apoyo en su vida. Esta historia de amor, aceptación y familia ensamblada es un ejemplo de cómo el amor puede trascender las barreras tradicionales y crear vínculos únicos.
