Daniela Celis, la popular participante de Gran Hermano, ha recorrido un camino increíble desde sus humildes orígenes. Criada en una modesta casa en Moreno, Daniela relató cómo, a los 13 años, se avergonzaba de su hogar y evitaba que sus compañeros supieran dónde vivía. Sin embargo, con mucho esfuerzo y determinación, ella y su madre lograron construir y mejorar esa casa, convirtiéndola en un hogar digno y lleno de recuerdos.
De Casilla a Casa Propia
En un emotivo video compartido en sus redes sociales, Daniela mostró a sus seguidores cómo era esa humilde casa en la que creció. “Estos son los famosos paneles que clavamos con mamá cuando tenía trece años”, explicó, recordando los inicios de la construcción. “Pusimos uno por uno cuando empezamos a hacer la casa, que antes era una casilla”. Pero el esfuerzo y la perseverancia dieron sus frutos, y Daniela pudo ver cómo su hogar se transformaba, con la adición de cerámica en el piso y el revoque de las paredes.
Una Historia de Superación
La participación de Daniela en Gran Hermano marcó un antes y un después en su vida. Gracias a la popularidad y los recursos que obtuvo, pudo ayudar a su madre a mejorar aún más la casa familiar. “Ahora me encuentro acá, súper agradecida con la vida, junto a mis dos hijas y la familia que formé. ¡Y con una comunidad hermosa!”, expresó emocionada.
La historia de Daniela Celis es una inspiradora muestra de cómo, con esfuerzo y determinación, se pueden superar los orígenes humildes y construir una vida próspera. Su viaje desde una modesta casilla hasta un hogar acogedor y lleno de recuerdos familiares es un testimonio del poder de la perseverancia y la resiliencia.
Hoy, Daniela Celis y su pareja, Thiago Medina, han formado una hermosa familia y se han comprometido a no tener más hijos, enfocándose en brindarles a Laia y Aimé, sus gemelas, el mejor futuro posible. Una decisión que refleja su madurez y responsabilidad como padres.