La imaginación es una herramienta poderosa que nos permite explorar lo desconocido y cuestionar lo establecido. Sin embargo, a veces se nos dice que no imaginemos, como si hubiera cosas que es mejor mantener fuera de nuestra mente. Esto es precisamente lo que hace Charly García en su canción “Los dinosaurios”, donde nos invita a imaginar una escena que preferimos mantener alejada de nuestros pensamientos: la de los dinosaurios en la cama.
Esta invitación a imaginar lo ominoso y perturbador contrasta fuertemente con el “Imagine” de John Lennon, que es un canto a la positividad y la utopía. Mientras Lennon nos pide soñar con un mundo sin divisiones y en armonía, García nos enfrenta a lo oscuro y retorcido que puede esconderse en el ejercicio del poder político.
Cuando lo Privado se Vuelve Político
La separación entre lo público y lo privado se ha vuelto cada vez más borrosa en la era de la hiperconectividad. Sin embargo, aún persiste la sensación de que hay cosas que deben mantenerse discretamente resguardadas. Charly García juega con esta tensión, sugiriendo la posibilidad de asomarnos a la intimidad de quienes detentan el poder.
No se trata de indagar en lo subjetivo para explicar conductas o temperamentos, sino de algo más profundo: la intuición de que algo tremendamente oscuro, retorcido y perturbado hasta lo macabro, en el ejercicio del poder político, ha de tener un correlato en una relación no menos oscura, retorcida y perturbada hasta lo macabro, en la esfera de la sexualidad.
La Sexualidad como Espejo del Poder
Los que ejercen el poder político a menudo tienen dificultades para relacionarse de manera libre y sana con la sexualidad. Esto se debe a que su visión del mundo está marcada por la dureza y el pragmatismo, y su forma de vincularse se basa en el dominio y el sometimiento. La celebración del disfrute y la soltura de los cuerpos los inquieta y los mortifica, pues pone en jaque su concepción del poder.
Artistas como Raffaella Carrá y Lali Espósito, con su expresión abierta y celebratoria de la sexualidad, han representado una amenaza a esta visión retorcida del poder. Charly García, con su invitación a imaginar lo inimaginable, nos invita a cuestionar estas dinámicas oscuras y a explorar la conexión entre el ejercicio del poder político y la esfera de la intimidad.