Calu Rivero, conocida por su estilo de vida ligado a la naturaleza, decidió celebrar el segundo cumpleaños de su hijo Tao de una manera verdaderamente especial. Lejos de los regalos tradicionales, la actriz optó por un obsequio que reflejara su profundo vínculo con el mundo natural: un caballo.
Desde que Tao nació, Rivero ha buscado criar a sus hijos en armonía con la naturaleza. Así, cuando llegó el momento de celebrar el segundo año de su pequeño, la actriz y su pareja, Aíto de la Rúa, se propusieron darle un regalo que marcara su infancia de una manera única.
“Queríamos que su vínculo fuera libre, que pudiera salir al jardín y encontrarlo ahí, esperándolo. Que supiera que su compañero estaba cerca, siempre disponible para jugar y explorar juntos”
, explicó Rivero sobre la decisión de regalarle un caballo a Tao.
Un Vínculo Inquebrantable con la Naturaleza
La pasión de Calu Rivero por los animales y su estilo de vida respetuoso con el medio ambiente se han convertido en una parte fundamental de su identidad. Así, no es de extrañar que haya querido transmitir esos valores a su hijo desde una edad tan temprana.
Según la actriz, Tao ya había demostrado un gran amor por los caballos, por lo que este regalo representaba la oportunidad perfecta para que el niño pudiera desarrollar una conexión especial con su nuevo compañero, Rambo, a lo largo de su infancia y adolescencia.
Creando Recuerdos Inolvidables
Más allá de la sorpresa inicial que generó el anuncio de este regalo inusual, Calu Rivero buscó que el vínculo entre Tao y Rambo fuera libre y natural, permitiendo que el niño pudiera interactuar con el caballo en su propio espacio y a su ritmo.
Con este gesto, la actriz no solo celebró el cumpleaños de su hijo, sino que también le brindó la oportunidad de crear recuerdos únicos y forjar una relación duradera con el mundo natural, algo que sin duda marcará profundamente la infancia de Tao.
La decisión de Calu Rivero de regalar un caballo a su hijo en su segundo cumpleaños refleja su compromiso con transmitir sus valores y su profundo respeto por la naturaleza a la próxima generación. Una historia conmovedora que demuestra cómo los regalos más especiales pueden ser aquellos que conectan a los niños con el mundo que los rodea.
