Claudia Sheinbaum, la alcaldesa de Ciudad de México, se ha convertido en una figura clave en las tensas relaciones entre México y Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump. Cuando Trump impuso unilateralmente aranceles del 25% a las importaciones mexicanas y canadienses, Sheinbaum respondió con una estrategia diplomática que le ha valido el apodo de la “Trump Whisperer“.
A diferencia de otros líderes latinoamericanos que han optado por la confrontación directa, Sheinbaum ha adoptado un enfoque más equilibrado y pragmático. En lugar de entrar en una guerra de palabras con Trump, ha optado por mantener la calma y la cabeza fría, enfocándose en presentar datos y argumentos sólidos que le permitan postergar los aranceles sin generar un conflicto directo.
Concesiones Estratégicas y Resultados Tangibles
Si bien Sheinbaum ha hecho algunas concesiones a las demandas de Trump, como reforzar la seguridad fronteriza y aumentar las deportaciones de migrantes, estas medidas han sido de bajo costo político a nivel doméstico. Al mismo tiempo, ha implementado cambios relevantes, como una postura más firme contra los cárteles de narcotráfico, lo que ha sido valorado por la Casa Blanca.
Pero quizás el gesto más impactante de Sheinbaum fue la entrega de 29 miembros de cárteles buscados por Estados Unidos a finales de febrero. Este acto, de dudosa legalidad doméstica, envía un mensaje contundente a Washington y demuestra la determinación de la alcaldesa de Ciudad de México en abordar los problemas de seguridad que preocupan a su vecino del norte.
Fortalecimiento del Liderazgo y Popularidad
La estrategia de Sheinbaum le ha permitido salir de la sombra de su mentor político, Andrés Manuel López Obrador, y consolidar su propia marca de gestión. Mientras que al inicio de su mandato muchos analistas la veían como una figura subordinada a López Obrador, su enfrentamiento con Trump la ha posicionado como una líder con título propio.
De hecho, la popularidad de Sheinbaum ha aumentado del 70% al 85% en los últimos cinco meses, en gran parte gracias a su hábil manejo de las tensiones con Estados Unidos. Esto le ha otorgado una base de poder propia que le permite tomar distancia de algunas políticas más polémicas del gobierno de Morena, como la reforma judicial.
Un Equilibrio Delicado
El “método Sheinbaum” se basa en un equilibrio delicado entre defender la soberanía mexicana y evitar una confrontación directa con Trump. Mientras que responde con sarcasmo a los gestos unilaterales del mandatario estadounidense, como el cambio de nombre del Golfo de México, se abstiene de críticas personales y mantiene una actitud mesurada en las negociaciones.
Esta estrategia le ha permitido ganar tiempo y dejar que otras fuerzas, como la presión del mercado y la política estadounidense, se opongan a las medidas de Trump, sin exponer a Sheinbaum directamente. Así, cuando finalmente habla con Trump, este ya ha sido “aflojado” por esas otras presiones.
En un contexto donde otras estrategias han fracasado, el enfoque de Sheinbaum se destaca por su pragmatismo y efectividad. Mientras que líderes como Gustavo Petro en Colombia o Nicolás Maduro en Venezuela han tenido que ceder rápidamente ante las amenazas de Trump, Sheinbaum ha logrado postergar lo que parecía inevitable.
Conclusión: Una Figura Clave en las Relaciones México-EE.UU.
La estrategia diplomática de Claudia Sheinbaum la ha convertido en una figura clave en las complejas relaciones entre México y Estados Unidos. Su habilidad para navegar las tensiones con Trump, sin perder de vista las necesidades domésticas, le ha valido el respeto y la admiración, tanto a nivel nacional como internacional.
Si bien algunos críticos cuestionan que sus concesiones solo obtengan prórrogas cortas, la mayoría celebra el talento de Sheinbaum para postergar lo que parecía inevitable. Su enfoque pragmático y su capacidad de mantener la calma y la cabeza fría en medio de las presiones de Trump la han consolidado como una líder con peso propio, más allá de su vínculo con López Obrador.
