Jimena Cyrulnik, una actriz argentina, se embarcó en una odisea personal al decidir realizar una cabalgata por el cruce de Los Andes. Acompañada por su marido y un grupo de alrededor de 20 personas, Jimena se adentró en la majestuosa Cordillera, guiada por el experimentado gaucho correntino Darío Gallardo, quien había realizado esta travesía en 193 ocasiones anteriores.
Aunque Jimena tenía experiencia previa en equitación, aprendida en los dos años previos, la aventura la puso a prueba de una manera que no esperaba. “Parecía una cabra. Trepaba, subía y bajaba por las rocas que pensabas: por acá no pasa, pero pasaba”, describió sobre el desempeño de su marido durante el recorrido.
El paisaje, si bien hermoso, también presentó desafíos. “Igual, por más que usabas todo, el viento te corta, te lastima, y el sol te hace doler. Terminabas con los ojos hinchados por la tierra, los labios agrietados, las manos rasposas y la cara como castigada, como si la montaña te golpeara todo el tiempo”, relató Jimena sobre las duras condiciones climáticas que enfrentaron.
A pesar de las adversidades, Jimena y su grupo lograron llegar a su destino y celebrar el Año Nuevo a 2800 metros de altura, “con cero grados, con viento, sin luz, a la luz de las estrellas, comiendo chivito frito y mirando satélites que pasaban como pájaros”.
Para Jimena, esta experiencia fue “una travesía para hacer una vez en la vida”, que la puso a prueba y le hizo valorar lo esencial, “desde una sombra, una ducha caliente, una cama”. Una aventura que sin duda marcará su vida y la de quienes la acompañaron en esta épica travesía a través de la imponente Cordillera de Los Andes.