En medio del tumultuoso escándalo que involucra a Wanda Nara, Mauro Icardi y la actriz China Suárez, una figura se destaca por su respuesta serena y enfocada: Nicolás Cabré, el ex de la China y padre de su hija Rufina.
Mientras Icardi y Nara protagonizaron un violento episodio en el ascensor del edificio de la modelo, con gritos, amenazas y la intervención policial, la reacción de Cabré fue mantener un perfil bajo y concentrarse en lo que realmente importa: su familia y su bienestar físico y mental.
A su regreso de Japón, donde se encontraba, Cabré optó por conversar en privado con la madre de su hija y compartir en redes sociales su enfoque en el deporte, publicando una historia de Instagram donde se le ve “Volviendo a entrenar”, dando a entender que pronto correrá una nueva maratón.
“Siempre bajo perfil, el actor optó por conversar en privado con la madre de su única hija y compartió en redes el asunto que lo tiene muy concentrado: el deporte.”
Manteniendo la Calma en Medio del Caos
Mientras Benjamín Vicuña, el ex de la China Suárez, expresaba su ataque de bronca con la actriz tras el escándalo, Cabré decidió tomar un camino diferente. En lugar de involucrarse directamente en el drama, eligió enfocarse en su propia vida y en el bienestar de su hija.
Esta actitud serena y responsable de Cabré contrasta fuertemente con las acciones de la China Suárez, quien, según se supo, no dudó en desafiar a la autoridad y pedirle a Icardi que “Pagá la multa” cuando el futbolista le avisó que no podría estar en su casa por orden judicial.
Prioridades Claras
En medio de este drama que involucra a varios famosos, Nicolás Cabré ha demostrado tener prioridades claras: su hija Rufina y su propio bienestar físico y mental. Al enfocarse en el deporte y mantener una comunicación privada con la madre de su hija, Cabré muestra su madurez y su capacidad de mantenerse alejado del escándalo, priorizando lo que realmente importa.
Esta actitud serena y responsable de Cabré contrasta fuertemente con el caos que rodea a Icardi, Nara y la China Suárez, y es un ejemplo de cómo enfrentar situaciones difíciles sin perder el control ni involucrarse en el drama.
