Juliana “Furia” Scaglione, la participante más amada y odiada a partes iguales de Gran Hermano, está de vuelta en la casa más famosa del país. Y el 18 de febrero, Furia rompió un curioso récord: celebró por segunda vez su cumpleaños dentro del reality.
Furia arrancó su día con todo: ganó la prueba de liderazgo (algo que nunca había sucedido en la edición anterior), fulminó a su adversaria Chiara Mancuso y coronó su cumpleaños número 34 de una manera muy particular: con una limpieza energética. Con la intención de sacar las malas vibras de la casa-estudio de Martínez y dejarla libre de envidias y feos sentimientos, Furia roció a todos los participantes con vinagre luego de recorrer palmo a palmo todos los rincones del lugar.
“Vamos a poner un poco de brillos en esta casa, vamos a bañarlos con vinagre”
, lanzó la rapada, entre risas. Contó con la ayuda de sus aliadas Lucía Patrone y Gabriela para llevar a cabo esta peculiar ceremonia de limpieza energética.
Furia se siente nuevamente parte de la casa de Gran Hermano, con nuevas alianzas y metas claras: sacar a sus contrincantes y llegar, esta vez, a ganar la final. ¿Podrá lograrlo después de su exitosa limpieza espiritual?
Mientras tanto, se han revelado algunos detalles sobre la pésima relación que Furia estaría teniendo actualmente con su hermana Coy, quien fuera su máximo apoyo fuera de la casa en la edición anterior. Al parecer, Furia le habría entregado su celular a la producción, indicando que no se lo dieran a nadie de su familia. ¿Cuál será el fondo de este conflicto?