Nino Dolce, conocido por su trayectoria en la televisión argentina, ha dado un giro inesperado a su vida, abandonando la fama y la vida nocturna para dedicarse por completo a la religión y la espiritualidad. Este sorprendente cambio fue revelado en el programa Puro Show, donde se compartieron detalles impactantes sobre su nueva senda.
Anteriormente, Dolce era una figura reconocida en la farándula, con participaciones en programas como Bailando por un Sueño. Sin embargo, detrás de las luces y las cámaras, comenzó a sentir una profunda desconexión con la vida superficial que llevaba. Fue entonces cuando decidió dar un giro radical a su existencia.
De la Fama a la Torá: El Camino Espiritual de Nino Dolce
Según lo revelado en Puro Show, Dolce ha emprendido un viaje de transformación personal, dedicándose por completo al estudio de la Torá y a la aspiración de convertirse en rabino. “Él todavía está estudiando, se levanta a las 5 de la mañana para estudiar arameo y la torá, muy temprano se levanta y estudia. Un cambio de vida total, dejó la joda”
, comentó la panelista Fernanda Iglesias.
Este cambio radical refleja la búsqueda de Dolce por encontrar algo más profundo y significativo en su vida, alejándose de la fama y los excesos que antes lo rodeaban. “La fama y las fiestas no le daban la paz interior que él buscaba, por lo que optó por dar un giro radical a su vida”
, explicaron en el programa.
Noa Ben Sará: La Nueva Identidad Espiritual de Nino Dolce
Otro aspecto sorprendente de la transformación de Dolce es el nombre que ha adoptado: Noa Ben Sará. Este nuevo nombre simboliza su transición hacia una identidad más religiosa, aunque aún conserva su nombre de nacimiento, Rómulo Tirri, en honor a su padre.
La decisión de Dolce de cambiar su nombre forma parte de su proceso de transformación, marcando su alejamiento de la vida mediática y su dedicación a la espiritualidad. “Él todavía está estudiando, se levanta a las 5 de la mañana para estudiar arameo y la torá, muy temprano se levanta y estudia. Un cambio de vida total, dejó la joda”
, comentó Fernanda Iglesias.
La historia de Nino Dolce es una inspiradora muestra de cómo una persona puede encontrar un propósito más profundo más allá de los reflectores y la fama, abrazando una vida dedicada a la religión y la espiritualidad.