Verónica Zanzul, más conocida como “La Colo” de la primera temporada de Gran Hermano Argentina, falleció recientemente a los 48 años. Su ex compañera e íntima amiga, Tamara Paganini, rompió el silencio y contó la desgarradora historia detrás de la vida de Verónica.
Según relató Tamara, Verónica era una mujer “muy risueña” y “soñaba con un mundo perfecto” durante su paso por el reality show. Sin embargo, una vez fuera de la casa, “no soportó todo lo que pasó” y decidió escapar a España para evitar ser “La Colo de GH”.
“Vero estuvo en Gran Hermano 1 y era una mina muy risueña, siempre le ponía una sonrisa a todo y se molestaba mucho con las pequeñas cosas, con las injusticias, porque soñaba con un mundo perfecto: era idealista al extremo. Vero era tan frágil que cuando salió de Gran Hermano no soportó todo lo que pasó y se escapó.”
Según Tamara, Verónica pasó años en España, donde tuvo que vender cosas en la plaza y llegar a dormir a la intemperie debido a la difícil situación que enfrentaba. Además, reveló que su amiga no tenía permisos de residencia, por lo que era perseguida por la policía.
A pesar de los esfuerzos de sus amigos por ayudarla a volver a Argentina, Verónica se resistía, pues no quería volver a ser “La Colo de Gran Hermano”. Finalmente, cuando su situación se volvió insostenible, regresó al país y comenzó a trabajar como paseadora de perros.
Tamara aseguró que Verónica “amaba más a los animales que a los seres humanos porque estos le hicieron mucho daño” y que “estaba sufriendo hace muchos años y tenía una enorme depresión. No podía con la vida. Ella era demasiado frágil”.
La trágica historia de Verónica Zanzul es un recordatorio de los efectos que la fama y la presión mediática pueden tener en la vida de las personas, especialmente cuando no cuentan con el apoyo y los recursos necesarios para afrontarlos. Su caso resalta la importancia de brindar asistencia y acompañamiento a aquellos que han pasado por experiencias similares.
