La noticia del fallecimiento de Verónica Zanzul, hallada muerta en su hogar en Núñez, conmocionó a sus seguidores en las redes sociales. Sin embargo, lo que realmente generó desconcierto fue el misterioso posteo que apareció en su cuenta de Instagram días después de su partida.
A solo dos días del trágico suceso, la cuenta de Verónica publicó una imagen en la que se la ve abrazando a su perro y posando con una sonrisa. Junto a la fotografía, se encontraba la canción Perfect Day de Lou Reed. Este gesto inesperado desató una oleada de reacciones entre sus seguidores, quienes se preguntaban cómo era posible que se realizara un posteo después de su fallecimiento.
“Ay Dios, qué fuerte ver un posteo postumo”; “¿Como se hizo este posteo? ¿Lo dejo programado Vero? Porque hay gente que hace esas por grabaciones…”
fueron algunos de los comentarios que inundaron la publicación, reflejando la confusión y el desconcierto de la comunidad virtual.
La Huella Digital de Verónica Zanzul
A través de sus redes sociales, Verónica Zanzul compartía detalles de su vida y su profundo amor por los animales. Su cuenta de Instagram, @paseosdeangeles, era un reflejo de su dedicación a cuidar y pasear a las mascotas de sus clientes.
Uno de los últimos posteos de Verónica, realizado el 4 de marzo, mostraba a su perro acompañado de un mensaje cariñoso: “Felicidades amor de mi vida”. Esta publicación, junto con otras fotografías de los animales que paseaba, evidenciaban la importancia que tenían los peludos en su vida.
La Despedida Digital
El misterioso posteo que apareció después de su fallecimiento generó una reflexión sobre la huella digital que dejamos tras nosotros. ¿Acaso Verónica había programado este último mensaje como una forma de despedirse de sus seguidores? ¿O tal vez alguien cercano a ella decidió compartir una imagen que reflejara su alegría y amor por los animales?
Sea cual fuere la explicación, lo cierto es que este posteo postumo se convirtió en una conmovedora despedida virtual, un recordatorio de que nuestra presencia en las redes sociales puede trascender más allá de nuestra propia existencia física. La huella digital de Verónica Zanzul se convirtió en un legado que conmovió a quienes la seguían y apreciaban.
En un mundo cada vez más digitalizado, la muerte de Verónica nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar y gestionar nuestra presencia en línea, pues esta puede convertirse en un vínculo permanente con nuestros seres queridos, incluso después de nuestra partida.