Fernanda Iglesias, la conocida periodista, ha dado un paso importante en su vida personal al presentar a su nuevo novio, Javier, en el cumpleaños de su amigo Pampito. Esta nueva relación parece marcar un giro significativo en la vida de Iglesias, quien se separa a los 50 años y ahora busca disfrutar de una conexión más relajada y sin conflictos.
Javier, el nuevo compañero de Iglesias, es un productor de seguros que, si bien no está relacionado con el mundo de los medios, está al tanto de lo que sucede en ese ámbito. Según la propia Fernanda, Javier es “muy tranquilo” y “no tiene nada que ver con los medios”, pero sí está informado y es “muy compañero” en ese sentido.
La periodista destaca que, a su edad, lo que busca en una relación es “divertirse, pasarla bien”, sin presiones de matrimonio o hijos. Esto se refleja en la dinámica relajada que mantienen, donde se ven, salen a comer, hablan por teléfono y se brindan ayuda mutua, pero sin exigencias ni conflictos. Iglesias enfatiza que “es una relación muy relajada” y “cero tóxica”, donde ambos tienen sus propios amigos y actividades.
Cómo se conocieron y la importancia de la paternidad
Fernanda Iglesias y Javier se conocieron hace 8 meses a través de una aplicación de citas. Si bien Iglesias ha tenido relaciones con personas del mundo del espectáculo, como un productor de Telefe con quien estuvo 14 años, ahora su vida la ha llevado a otros rumbos.
Uno de los puntos en común entre Fernanda e Iván es la paternidad. Ambos son padres de dos hijos, pero han decidido no mezclar sus familias. Según Iglesias, “no conocemos a nuestros hijos ni queremos conocerlos”, ya que prefieren mantener sus vidas separadas y enfocarse en su propia relación.
Una nueva etapa de felicidad y tranquilidad
Lejos de los vínculos tóxicos del pasado, Fernanda Iglesias se muestra enamorada y celebra esta nueva forma de relacionarse. Ella afirma que “cuando estoy con él estoy bien y cuando no estoy con él, también estoy bien”, lo que refleja una conexión saludable y sin presiones.
Esta nueva etapa en la vida de Fernanda Iglesias parece ser un momento de felicidad y tranquilidad, donde ha encontrado una relación que le permite disfrutar y crecer sin conflictos. Una historia que inspira a quienes buscan una conexión genuina y libre de toxicidad.