Cómo Países en Desarrollo Pueden Impulsar su Industrialización: Lecciones de Asia Oriental

Must read

Ha-Joon Chang, destacado economista heterodoxo, ofrece una visión optimista sobre las posibilidades de industrialización para los países en desarrollo, a pesar de los desafíos planteados por la irrupción de China y las tendencias proteccionistas a nivel global. Según Chang, si bien el camino es más complejo que en décadas pasadas, aún existen vías legales y estrategias efectivas que estos países pueden implementar para desarrollar sus economías.

Aprendiendo de los “Milagros Económicos” de Asia Oriental

Chang señala que países como Japón, Corea del Sur, Taiwán y Singapur lograron desarrollar sus economías a pesar de la creencia predominante de que solo las naciones de raíces europeas podían hacerlo. Esto, afirma, debe dar esperanza a los países en desarrollo de hoy, quienes pueden seguir estrategias similares de industrialización y mejora tecnológica, incluso en el contexto actual.

El experto surcoreano destaca que, a diferencia de la percepción generalizada, los países más avanzados nunca han dado la bienvenida fácilmente a los países en desarrollo ni los han ayudado a ponerse al día. De hecho, han impuesto barreras como la prohibición de exportar maquinaria clave o reclutar trabajadores calificados. Sin embargo, otros países han logrado romper esas restricciones mediante el contrabando y la innovación.

Aprovechando las Oportunidades de la Globalización

Chang considera que, si bien es cierto que el entorno actual es más desafiante que en las décadas de 1950-1970, cuando los países ricos eran más permisivos, aún existen muchas oportunidades que los países en desarrollo pueden aprovechar legalmente, incluso dentro del marco neoliberal de la OMC y los acuerdos comerciales.

Por ejemplo, el auge económico de China ha generado una creciente demanda de materias primas y productos manufacturados de otros países, lo que representa una oportunidad que los países en desarrollo pueden explotar. Además, la presencia de China puede servir como moneda de cambio al negociar con Europa o Estados Unidos, dándoles mayor poder de negociación.

Importancia de la Política Industrial

Chang enfatiza que, si bien los países en desarrollo pueden beneficiarse de las exportaciones de recursos naturales a China, es crucial que utilicen esos ingresos para adquirir tecnologías y maquinarias avanzadas, y así crear nuevas industrias. La falta de esta política industrial fue la razón por la que América Latina retrocedió en términos de complejidad económica.

El experto considera que los países deben ser estratégicos y selectivos en cuanto a qué industrias proteger y desarrollar, en lugar de intentar ser competitivos en todo. Sugiere que Argentina podría aprovechar sus fortalezas en sectores relacionados con la biología, como la biotecnología y la farmacéutica, al tiempo que diversifica hacia áreas completamente nuevas.

Lecciones del Modelo Mexicano

Chang analiza el caso de México, que logró industrializarse y convertirse en un exportador de bienes manufacturados, pero cuyo crecimiento económico ha sido decepcionante en comparación con otros países que siguieron modelos similares, como Polonia o Malasia.

Según el economista, el problema de México es que aceptó una posición subordinada en la división global del trabajo, bajo la influencia de Estados Unidos, China y otros países. A diferencia de Corea y Taiwán, que reinvirtieron los recursos obtenidos de actividades de ensamblaje de bajo costo para mejorar sus capacidades industriales, las empresas mexicanas se han mantenido como simples ensambladoras sin actualizarse.

Importancia de la Inversión en I+D

Chang destaca que el éxito de los países asiáticos se debe en gran medida a su alto gasto en investigación y desarrollo, tanto por parte del sector público como del privado. Mientras que en Corea y Japón el 60-70% de la I+D la realizan las empresas, en América Latina los niveles son mucho más bajos, con Brasil en torno al 1,2% del PIB y Argentina y México por debajo del 0,5%.

Esta diferencia en la inversión en capacidades tecnológicas e innovación es clave para explicar por qué los países asiáticos lograron desarrollar industrias competitivas a nivel global, mientras que México y otros de América Latina se quedaron en un papel subordinado.

Desafíos del Proteccionismo Global

Chang considera que, si bien el aumento del proteccionismo en los países desarrollados podría afectar las posibilidades de desarrollo de los países periféricos, no está convencido de que esta tendencia sea sostenible a largo plazo. Advierte que, si Estados Unidos aplica aranceles de manera indiscriminada, generará presiones inflacionarias que lo obligarán a retroceder.

Además, el experto señala que el verdadero problema de los intentos proteccionistas de Estados Unidos no es tanto la seguridad nacional, sino más bien mantener su dominio militar y poder internacional. Sin embargo, cree que estos esfuerzos tendrán poco éxito debido a la desindustrialización sufrida por la economía estadounidense en las últimas décadas.

Importancia de la Estabilidad Macroeconómica y la Cooperación Público-Privada

Chang considera que, para los países en desarrollo, el principal desafío en términos de estabilidad macroeconómica proviene del sector externo, más que del déficit fiscal. Destaca la importancia de generar suficientes exportaciones para obtener las divisas necesarias y poder importar tecnologías y maquinarias avanzadas.

Asimismo, el economista surcoreano enfatiza la necesidad de una estrecha cooperación entre el sector público y el privado, en la que el gobierno no solo proporcione un entorno empresarial favorable, sino que también dialogue activamente con las empresas para entender sus necesidades y construir las instituciones adecuadas para fomentar la innovación y el desarrollo a largo plazo.

More articles

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Latest article