El reality de Gran Hermano se ha visto sacudido por un escándalo protagonizado por Katia “La Tana” Fenocchio, una de las participantes del programa. Durante la prueba semanal, La Tana demostró una actitud completamente desinteresada y falta de compromiso, lo que desató la furia de sus compañeros y puso en jaque su permanencia en el juego.
Desde el inicio de la prueba, quedó en evidencia que La Tana no estaba dispuesta a esforzarse por el equipo. Mientras el resto de los participantes se esforzaban por completar el desafío, ella apenas se movía, dejando que el resto cargara con el peso del trabajo. Cuando sus compañeros le reclamaron su falta de interés, lejos de asumir su responsabilidad, La Tana respondió con una actitud soberbia y desafiante.
“Si quieren, háganlo ustedes. No todos tenemos la misma coeficiencia”, lanzó sin importarle el enojo del resto. Esta respuesta terminó de colmar la paciencia de sus compañeros, quienes no dudaron en expresar su indignación. “¡Tenía que ponerle ganas, nada más!”, estalló Martina, mientras que Luz sentenció: “Hizo cualquier cosa y nos dejó en la ruina”.
El resultado final de la prueba fue un desastre total, ya que el equipo perdió y se quedó sin presupuesto para la semana. Lejos de asumir su responsabilidad, La Tana volvió a responder con una actitud desafiante, llegando incluso a amenazar con abandonar el juego. “Voy a hablar con Gran Hermano y me bajo”, dijo con indiferencia, lo que terminó de exasperar a sus compañeros.
En las charlas privadas, varios de los participantes comenzaron a planear estrategias para la próxima gala de nominación, con el objetivo de sacar a La Tana de la casa. “No podemos seguir con alguien que no le importa nada”, comentó Pampucho, reflejando el sentir general del grupo.
Ahora, la gran incógnita es si el público decidirá respaldar a La Tana o si su actitud soberbia y desinteresada le costará la expulsión del reality. Lo que es seguro es que, dentro de la casa, sus compañeros ya han tomado una decisión: quieren verla fuera lo antes posible.