La reciente serie británica Adolescencia, que ha cautivado a la audiencia de Netflix, no solo aborda las complejidades de la adolescencia, sino que también plantea una importante reflexión sobre las señales de acoso escolar que a menudo pasan desapercibidas para los adultos. Para profundizar en este tema, hemos consultado a Hugo Lescano, director del Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal y del Centro Certificador de Coaching Dialéctico, quien comparte su experiencia y conocimientos sobre los gestos y comportamientos que pueden indicar que un adolescente está siendo víctima de bullying.
Postura Encorvada: Un Reflejo de la Falta de Confianza
Según Lescano, la postura corporal es un reflejo directo del estado emocional de una persona. Una postura encorvada, con los hombros caídos y la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, puede ser una señal de que el adolescente está experimentando una falta de confianza y un deseo de pasar desapercibido. Esta postura, en muchos casos, se proyecta como respuesta a experiencias de bullying, donde el niño busca protegerse de la intención negativa de sus agresores
, explica el experto.
Evitar el Contacto Visual: Un Mecanismo de Defensa
El contacto visual es fundamental en la comunicación, y su ausencia puede ser un indicador de incomodidad o ansiedad. Lescano cita un estudio de Paul Ekman y Wallace Friesen que señala que evitar el contacto visual es un claro mensaje de inseguridad y sumisión. Un niño que no mira a los demás puede estar experimentando no solo vergüenza sino también miedo. Estas emociones combinadas son típicas en quienes son víctimas de acoso escolar
, afirma el experto.
Movimientos Nerviosos: Manifestaciones Físicas de la Ansiedad
Los movimientos nerviosos, como morderse las uñas, manipular objetos repetitivamente o jugar con lápices, son manifestaciones físicas de la ansiedad. Según la psiquiatra Judith Orloff, estos comportamientos son un intento reflejo del cuerpo por liberar la tensión acumulada. En el contexto del bullying, estos comportamientos pueden ser una señal de que el niño está lidiando con un alto nivel de estrés emocional, lo que puede afectar su bienestar general y su capacidad para concentrarse en las actividades escolares
, explica Lescano.
Aislamiento y Contacto con las Paredes: Estrategias de Supervivencia
El aislamiento social es una respuesta común al bullying, según un estudio de la Universidad de California. Los niños víctimas de acoso tienden a retirarse de sus compañeros durante los recreos y a desplazarse haciendo contacto con las paredes de patios y pasillos. Este comportamiento puede ser tanto una estrategia de supervivencia como una consecuencia del dolor emocional que experimentan. El aislamiento no sólo afecta la autoestima del niño, sino que también puede tener repercusiones en su desarrollo social y emocional
, sostiene Lescano.
Cubrirse la Cara: Un Intento de Protegerse de la Angustia
Otra señal que el experto destaca es el gesto de cubrirse la mitad de la cara con la mano. Según el Sistema de Codificación de Acción Facial, este gesto, tipificado como una variante del código AD46, se interpreta como un reflejo de un estado emocional que va más allá del simple cansancio. Cuando un niño se cubre la mitad de la cara, en muchos casos, está intentando protegerse de la sobrecarga emocional o del juicio de los demás. Este comportamiento puede ser un intento subconsciente de ocultar su vulnerabilidad indicando que se siente abrumado por sus emociones
, explica Lescano.
Estas señales gestuales y comportamentales pueden ser indicios de que un adolescente está sufriendo acoso escolar, y es crucial que los adultos estén atentos a ellas para poder brindar el apoyo y la ayuda necesarios. La serie Adolescencia nos recuerda la importancia de comprender el lenguaje no verbal de los jóvenes y de estar atentos a las señales que a menudo pasan desapercibidas.