La batalla legal entre Wanda Nara y Mauro Icardi por la custodia de sus hijas ha tomado un giro inesperado, con la China Suárez revelándose como una pieza clave en este conflicto. Según los informes de Yanina Latorre, la actriz ha estado muy colaborativa y amorosa con el vínculo de Icardi y sus hijas, con el objetivo de poder ser fotografiada junto a las niñas.
Al parecer, la China Suárez tiene planes maquiavélicos detrás de esta aparente buena voluntad. Wanda, por su parte, se encuentra obsesionada con la idea de mantener a su rival alejada de sus hijas, lo que complica aún más la situación.
Según la información proporcionada, el tribunal ha determinado que las hijas de Wanda e Icardi deben ser el centro de atención, y no sus padres. Por lo tanto, se ha habilitado que el futbolista vuelva a tener contacto con las niñas, lo que ha generado una reacción adversa en Wanda.
“Me dicen que Wanda no quiere que las niñas hagan terapia. Wanda y su justicia paralela, creo que la envidio”
, reveló Yanina Latorre, dando a entender que la empresaria se opone a que sus hijas reciban acompañamiento psicológico durante este proceso.
La Estrategia de la China Suárez
Según los informes, la China Suárez ha estado muy colaborativa y amorosa con el vínculo de Icardi y sus hijas, con el objetivo de poder ser fotografiada junto a las niñas. Esto parece ser parte de una estrategia más amplia por parte de la actriz, quien buscaría involucrarse en la custodia de las pequeñas.
La obsesión de Wanda por mantener a la China alejada de sus hijas solo ha servido para alimentar los planes de la actriz, quien parece estar aprovechando la situación para acercarse a las niñas y, posiblemente, ganar algún tipo de influencia en el proceso legal.
¿Logrará la China Suárez su Objetivo?
Aunque la situación parece complicada, con Wanda oponiéndose a la terapia de sus hijas y la China Suárez aparentemente manipulando la situación, es difícil predecir cómo se resolverá este conflicto. Lo que sí es claro es que las hijas de Wanda e Icardi se encuentran en el centro de una batalla legal y emocional, y que tanto la madre como la amante de su padre están dispuestas a hacer lo que sea necesario para proteger sus intereses.
Solo el tiempo dirá si la China Suárez logrará su objetivo de involucrarse en la custodia de las niñas, o si Wanda conseguirá mantenerla alejada. Una cosa es segura: este escándalo familiar está lejos de terminar.