Sara Stewart Brown, la viuda del fallecido periodista Jorge Lanata, ha roto su silencio y publicado una carta desgarradora en la que expresa su sufrimiento y solicita a los medios de comunicación que dejen de perseguirla y respetar su privacidad.
Después de mantenerse alejada de los reflectores durante los últimos meses, la mujer que acompañó a Lanata durante casi dos décadas ha decidido alzar su voz para pedir que se le permita afrontar el duelo de manera tranquila. “Estamos tristes y tratando de seguir con nuestras vidas afrontando un vacío emocional enorme”, escribió en su mensaje.
Una Relación Marcada por el Amor y la Generosidad
La pareja formada por Sara y Jorge Lanata se mantuvo unida desde 1998 hasta 2016, año en el que el periodista falleció. Durante ese tiempo, tuvieron una hija en común, Lola, y Sara incluso le donó un riñón a Lanata en uno de los momentos más difíciles de su vida.
“Yo sabía que valía la pena. Fue sumamente satisfactorio. Y en un caso como éste, en el que participamos cuatro personas fue doblemente satisfactorio. Me siento muy bien y me enorgullece haber donado”
Este acto de generosidad y amor incondicional refleja la profundidad de su vínculo, el cual ahora se ve marcado por un profundo dolor y la necesidad de procesar la pérdida de manera privada.
Un Llamado a la Empatía y el Respeto
En su carta, Sara Stewart Brown expresa su malestar ante la constante persecución de los medios de comunicación, quienes parecen más interesados en el morbo y el espectáculo que en respetar su duelo. “Por favor dejen de perseguirnos, yo no pertenezco al medio, no me gusta la exposición”, ruega en su mensaje.
Además, la viuda de Lanata se muestra decepcionada por la cantidad de “falsedades” que se han dicho sobre ella, sin que nadie se haya molestado en verificar la veracidad de esas informaciones. “Aprendí a las piñas que a nadie le importa la verdad, solo importa el show y el morbo para llenar horas de debates vacíos”, lamenta.
Un Llamado a la Empatía y el Respeto
En su carta, Sara Stewart Brown expresa su malestar ante la constante persecución de los medios de comunicación, quienes parecen más interesados en el morbo y el espectáculo que en respetar su duelo. “Por favor dejen de perseguirnos, yo no pertenezco al medio, no me gusta la exposición”, ruega en su mensaje.
Además, la viuda de Lanata se muestra decepcionada por la cantidad de “falsedades” que se han dicho sobre ella, sin que nadie se haya molestado en verificar la veracidad de esas informaciones. “Aprendí a las piñas que a nadie le importa la verdad, solo importa el show y el morbo para llenar horas de debates vacíos”, lamenta.
Finalmente, Sara hace un llamado a los medios para que dejen de perseguirla y se enfoquen en aquellas personas que sí disfrutan de la exposición pública. “Hay muchísima gente que si le gusta la exposición, otros que la necesitan y están encantados cuando tienen una cámara en frente, vayan a buscarlos a ellos y todos contentos”, concluye.
La carta de Sara Stewart Brown es un conmovedor grito de auxilio en medio de su profundo dolor, una súplica por empatía y respeto en un momento tan delicado como el que atraviesa. Su mensaje resuena como un llamado a la humanidad y la sensibilidad en un mundo mediático que a veces parece olvidar la importancia de la privacidad y el duelo.