Tras su eliminación de Gran Hermano, Bati acudió al programa LAM para hablar sobre su paso por la casa más famosa de Argentina. Una de las principales preguntas que le hicieron fue sobre su acusación de acoso contra su compañera Luciana. Ante esto, el exparticipante confesó si su denuncia fue realmente una estrategia o si se sintió verdaderamente incómodo con el comportamiento de Martínez.
En su momento, se generó un gran escándalo cuando Bati ingresó al confesionario y denunció a Luciana por acoso. Según su relato, en varias ocasiones se sintió incómodo por la actitud de su compañera, quien parecía no entender que sus acciones no eran bien recibidas por él. Lo que más molestó a Larrivey fue que Luciana solía bailarle muy cerca, a pesar de que él dejaba en claro que no le agradaba esa cercanía. Otra situación que lo enfureció fue cuando ella le daba vuelta la foto de su novio cada vez que entraba a la habitación.
¿Estrategia o Realidad?
Ante las acusaciones de Bati, Luciana no recibió disculpas hasta después del “protocolo de acoso” implementado por la producción. Pero, ¿fue realmente un caso de acoso o una estrategia por parte de Bati? Según sus propias palabras, Lo de Luciana no fue estrategia. Santiago Larrivey no se maneja de esa forma. Si quería jugar en contra de Luciana, le rompía el peluche y se lo dejaba en la puerta, pero lo del acoso no.
La producción de Gran Hermano también se pronunció sobre el incidente, afirmando que, si bien se trataba de un tema delicado, por el momento no aplicarían ninguna sanción. Quiero decirte algo Luciana, y me gustaría que todos prestaran mucha atención, les quiero recordar que en mi casa está permitido todo tipo de vínculos. Los aliento y celebro, pero siempre y cuando acepten con la aceptación y el consentimiento del otro
, expresó la voz de la casa.
Lecciones Aprendidas
Este episodio en Gran Hermano pone de manifiesto la importancia de respetar los límites y el consentimiento de los demás, incluso en un entorno de convivencia como la casa. Además, evidencia la necesidad de abordar con sensibilidad y responsabilidad temas tan delicados como el acoso, buscando siempre la comprensión y el diálogo entre las partes involucradas.
A pesar de las acusaciones, Bati afirmó que su denuncia no fue una estrategia, sino que realmente se sintió incómodo con el comportamiento de Luciana. Este caso sirve como un recordatorio de que, en cualquier contexto, es fundamental respetar los deseos y la comodidad de los demás, y que las relaciones deben construirse sobre la base del consentimiento mutuo.
