El reencuentro entre Luciana y Bati, exparticipantes de Gran Hermano, estuvo cargado de tensión y revelaciones explosivas. Tras las acusaciones de acoso que Bati hizo contra Luciana dentro de la casa, ambos se enfrentaron cara a cara en un tenso diálogo que dejó al descubierto la profunda fractura en su relación.
Cuando la conductora les preguntó si aún quedaba cariño entre ellos, Bati aseguró que sí, que había un «cariño genuino». Sin embargo, Luciana lo contradijo sin rodeos: No, para mí ni. Lo queremos, pero hay que sanar algunas cosas. Tenemos que resolver eso que quedó ahí en el tintero»
, dejando en claro que la relación estaba lejos de ser buena.
Acusaciones cruzadas y heridas sin sanar
La tensión aumentó cuando Luciana le reclamó a Bati por no haberla alertado con más tiempo sobre sus acusaciones. Si te pedí disculpas. Pero bueno, ya te dije que me hubiera gustado que me avises con más tiempo porque tuviste la oportunidad y me hubieses alertado antes. Eso fue lo que a mí me dolió»
, expresó.
Por su parte, Bati defendió su postura y reafirmó su versión de los hechos, asegurando que el vínculo entre ellos era «real y genuino», pero que Luciana se estaba pasando un par de pueblos»
y que todo se debía a una acumulación de cosas»
.
¿Juego de seducción o acoso?
Luciana, sin embargo, negó haber sido la instigadora y aseguró que el comportamiento de Bati se debía a la influencia de «las víboras de la casa» que lo impulsaron a agrandar el tema»
. Bati, por su parte, se mantuvo firme en su posición, afirmando que eso no es así, siempre voy a impulsar que no fue así»
.
A pesar de los intentos por calmar la situación, quedó claro que la relación entre Luciana y Bati sigue profundamente dañada y que este enfrentamiento está lejos de terminar. Ambos parecen tener versiones irreconciliables de lo sucedido dentro de la casa de Gran Hermano, y será difícil que puedan sanar esas heridas y reconstruir su vínculo.
