Javier Milei se ha visto obligado a bajar dos veces de su viaje a Mar-a-Lago, dejando a los organizadores desconcertados. Los hermanos Milei insistían en una reunión y foto con Donald Trump, pero finalmente no se concretó. Esto se suma a otros tropiezos de Milei, como su fallido intento de colocar jueces afines en la Corte Suprema.
El método extremo de Milei, basado en redoblar la apuesta constantemente, se ha deteriorado. Al intentar “ir por todo”, en sus maniobras el gobierno se quedó sin nada. Esto alimenta el folklore sobre los ataques de ira del presidente frente a situaciones adversas.
La Derrota en el Senado
El plan de Milei de desembarcar en la Corte Suprema y construir una mayoría propia fracasó. Cuando la derrota en el Senado parecía inevitable, el Gobierno lanzó una operación a contrarreloj para evitarla, pero finalmente no pudo concretarse.
Esta derrota destrozó la negociación entre la Casa Rosada y el peronismo en torno a la Justicia. Según versiones, Milei no habría estado al tanto de la decisión de Marco Rubio de prohibir el ingreso de Cristina Kirchner y sus hijos a Estados Unidos, lo que habría detonado el fin de las charlas.
La Fractura del Peronismo
Tras el rechazo de los pliegos, el Gobierno cerró el tema judicial, suspendiendo nuevos nombramientos. Esto abre la puerta a que los gobernadores apuren el proceso de designar jueces federales.
La fractura del peronismo parece inevitable, con la posibilidad de que haya dos ofertas peronistas en las elecciones provinciales. Cristina Kirchner planteó la posibilidad de ser candidata a diputada provincial, lo que sería el regreso de las testimoniales.
El Desgaste de Milei
El malestar de la militancia y la baja de la inflación son factores que empiezan a desgastar la imagen de Milei. Si la inflación repunta por encima del 3%, podría generar un efecto negativo en la percepción de su gestión.
En resumen, el método extremo de Milei, su intento de ir por todo, lo ha dejado sin nada. Esto impacta en su relación con el Gobierno, el peronismo y la percepción de su gestión económica, poniendo en jaque su ascenso político.
