Officine Fuoriserie Maserati es más que un simple taller de personalización de automóviles. Es un santuario del lujo y la creatividad, donde los sueños se convierten en realidad sobre cuatro ruedas. Ubicado en el corazón de la tradición automotriz europea, en Módena, Italia, este espacio ofrece a los afortunados clientes la oportunidad de diseñar su propio Maserati desde cero.
Aquí, el proceso de personalización va mucho más allá de elegir entre cuero marrón o negro. Es un viaje sensorial, una conversación íntima entre los gustos del cliente y la historia de una marca que ha conquistado el mundo del automovilismo y Hollywood. Maserati no quiere vender un simple coche, sino diseñarlo a la medida de su dueño, convirtiéndolo en una extensión de su identidad.
Dos Caminos de Personalización
El programa Fuoriserie de Maserati se divide en dos grandes propuestas: Collezione Corse y Collezione Futura. La primera apela al lado más purista y deportivo del cliente, con un enfoque en la herencia de carreras de la marca. La segunda, en cambio, se centra en la sostenibilidad y la experimentación, sin renunciar al estilo.
Pero para aquellos que buscan algo aún más exclusivo, existe la opción de la personalización Bespoke. En este terreno, la imaginación es la única ley. El cliente entra en contacto directo con los diseñadores, ingenieros y artesanos de Maserati, tejiendo una relación íntima entre su alma y la del automóvil.
Tradición e Innovación en Perfecta Armonía
Celebrar el lujo italiano al más alto nivel significa anteponer los deseos del cliente en todo lo que hacemos
, afirma Santo Ficili, CEO de Maserati. Y es precisamente esa filosofía la que hace que Officine Fuoriserie se sienta casi revolucionaria en un mercado saturado de “ediciones especiales” superficiales.
Maserati se planta con elegancia en la encrucijada entre tradición e innovación. Exalta sus raíces, pero entiende que los nuevos tiempos exigen nuevas miradas. Así, logra ser futurista sin dejar de ser auténtica, devolviendo la humanidad al acto de crear un automóvil.
En Officine Fuoriserie, cada Maserati se convierte en una obra de arte única, donde el cliente es el libretista, el director y el protagonista de su propia ópera. Un ritual lleno de teatralidad medida, obsesión por el detalle y sensualidad visual, que remite más a una pasarela de Milán que a una pista de pruebas.