Amalia Granata, conocida figura pública argentina, ha compartido abiertamente la experiencia de su hijo Roque Squarzon con el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la dislexia. En una entrevista reciente, Granata brindó detalles sobre cómo se llegó al diagnóstico y los desafíos que enfrentan en el sistema educativo.
Según Granata, los primeros indicios del TDAH de Roque se manifestaron en preescolar, cuando era “muy revoltoso” y no podía quedarse quieto. Al pasar a primer grado, Roque comenzó a frustrarse al ver que sus compañeros avanzaban más rápido que él debido a su dislexia y dificultad para mantener la atención.
“Cuando los niños se frustran y no tienen la capacidad de poder expresar lo que les está pasando, empiezan a comportarse de manera… se ponen agresivos, ansiosos, se enojan.”
Granata resalta que el sistema educativo no está preparado para brindar el apoyo adecuado a niños con necesidades especiales como las de Roque. En su escuela, hay un estudiante con autismo que cuenta con una acompañante, pero Roque, que también necesita atención individualizada, no recibe el mismo nivel de asistencia.
Para ayudar a Roque, la familia ha implementado estrategias como permitirle escribir en la computadora en lugar del cuaderno, ya que le resulta más fácil. Además, Granata destaca la importancia de la medicación, que no es adictiva y puede ayudar a los niños con TDAH a mejorar con el tiempo.
La experiencia de Granata resalta la necesidad de una mayor comprensión y apoyo para las familias que enfrentan desafíos como el TDAH y la dislexia. A través de su visibilización del tema, Granata espera inspirar a otros padres a buscar los recursos y el apoyo que sus hijos necesitan para prosperar.
El Impacto del TDAH y la Dislexia en la Educación
El TDAH y la dislexia pueden presentar importantes desafíos en el entorno escolar. Niños como Roque a menudo se sienten frustrados al ver que sus compañeros avanzan más rápido, lo que puede llevar a comportamientos disruptivos y problemas de autoestima.
Según Granata, en el pasado, estos niños eran etiquetados como “vagos” o “señalados de la clase”, sin que se entendiera realmente la raíz de sus dificultades. Afortunadamente, hoy en día hay una mayor conciencia sobre estas condiciones, pero aún queda mucho por hacer para que los sistemas educativos puedan brindar el apoyo adecuado.
Estrategias de Apoyo en el Aula
Algunas estrategias que pueden ayudar a los niños con TDAH y dislexia en el aula incluyen:
- Adaptaciones en la forma de escribir, como el uso de computadoras o dictado
- Acompañamiento individualizado o en grupos pequeños
- Metodologías de enseñanza que se adapten a sus estilos de aprendizaje
- Desarrollo de habilidades de organización y gestión del tiempo
- Fomento de la autoestima y la confianza en sí mismos
Con el apoyo adecuado, los niños con TDAH y dislexia pueden superar los desafíos y desarrollar sus fortalezas de manera exitosa.
El Papel de los Padres en el Apoyo a sus Hijos
Granata resalta la importancia del papel de los padres en la búsqueda de recursos y apoyo para sus hijos. Muchas familias, especialmente en el sistema público, enfrentan dificultades para acceder a los servicios y tratamientos necesarios.
Sin embargo, la visibilización de estas condiciones y la perseverancia de los padres pueden marcar una gran diferencia. Granata ha sido un ejemplo de ello, compartiendo su experiencia para inspirar a otras familias a buscar el apoyo que necesitan.
Además, Granata destaca la importancia de la medicación, que puede ayudar a los niños con TDAH a mejorar con el tiempo, siempre bajo la supervisión de profesionales de la salud.
En resumen, la historia de Amalia Granata y su hijo Roque es una muestra de la importancia del apoyo y la comprensión para los niños con TDAH y dislexia. A través de su valentía al compartir su experiencia, Granata espera inspirar a otras familias a luchar por los derechos y el bienestar de sus hijos.
