Amalia Granata, conocida por su trayectoria en la política y los medios, ha decidido compartir una faceta más personal de su vida: la crianza de su hijo Roque, quien padece Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y dislexia. En una entrevista reciente, Granata abrió su corazón para hablar sobre los retos que enfrentan ella y su familia, y cómo están trabajando para brindar a Roque las herramientas necesarias para superar estos desafíos.
Detectando y Comprendiendo las Necesidades de Roque
Granata explica que se dieron cuenta de las dificultades de Roque en la escuela, donde su hiperactividad y problemas de aprendizaje se hicieron evidentes. “Todo salta en el colegio, en preescolar él era muy revoltoso porque es hiperactivo y no se puede quedar quieto”, comenta la diputada. Luego, en primer grado, Roque comenzó a frustrarse al ver que sus compañeros avanzaban más rápido que él debido a su dislexia y falta de atención.
Ante esta situación, Granata y su esposo decidieron buscar ayuda profesional para entender mejor la condición de su hijo y encontrar las herramientas adecuadas para apoyarlo. “Es todo para el niño, porque la pasan muy mal. No hay un sistema educativo que tenga la capacidad de contener a los niños que tienen esta condición diferente, porque no es una discapacidad”, explica Granata.
Herramientas y Estrategias de Apoyo
Uno de los métodos que han implementado en la escuela de Roque es permitirle escribir en la computadora en lugar del cuaderno, ya que le resulta más fácil apretar teclas que escribir a mano. Además, la maestra le dicta el contenido para que Roque lo pueda transcribir en la computadora, lo cual facilita su proceso de aprendizaje.
Granata también resalta la importancia de la medicación para controlar los síntomas del TDAH. “Lo que le pasa a los chicos con TDAH es que muchos padres aceptan el tema de la medicación, pero lo hablamos con la neuróloga y nos explicó que no es adictiva, que lo puede tomar de por vida y que hay gente que con el pasar del tiempo mejora y la deja de tomar”, comenta.
Luchando por una Educación Más Inclusiva
Además de las estrategias de apoyo para Roque, Granata también aborda la necesidad de una mejor educación inclusiva para niños con condiciones como la de su hijo. “En los colegios públicos es muy difícil porque no tienen este tipo de acompañamientos y la mamá no tiene recursos para llevarlo a la psicopedagoga experta en lectoescritura que lo ayuda una vez por semana, de estar encima, de ir a un neurólogo, de comprarle la medicación que no es barata”, lamenta.
La diputada espera que al visibilizar la situación de Roque, pueda inspirar a otros padres a buscar ayuda y a exigir un sistema educativo más adaptado a las necesidades de los niños con condiciones especiales. “Antes, en la generación nuestra, era el vago, el que no quería escribir, el señalado de la clase y que lo mandaban al rincón. La verdad es que la pasaba mal y en ese momento nadie sabía qué era TDAH, pero hoy hay un montón de adultos que lo tienen”, reflexiona Granata.
El viaje de Amalia Granata y su familia con el TDAH y la dislexia de Roque es una historia de lucha, resiliencia y esperanza. Su determinación por brindar a su hijo las herramientas y el apoyo que necesita, así como su llamado a una educación más inclusiva, pueden ser un faro de inspiración para otros padres que enfrentan desafíos similares.