La historia de Catalina de Elía y su hija Matilde es una conmovedora muestra de resiliencia y amor maternal. Cuando Catalina se enteró que esperaba gemelas, su alegría se vio empañada por una tragedia: en diciembre, perdió a una de ellas, Margarita. Este duro golpe dejó a Catalina en una pausa emocional, procesando en privado el dolor de la pérdida.
Sin embargo, la llegada de Matilde el 7 de abril a las 3:33 de la madrugada, trajo de vuelta la esperanza y la alegría a la vida de Catalina. Aunque nació antes de tiempo y con un peso menor, la pequeña Matilde demostró ser una luchadora, superando los desafíos iniciales. Catalina la describe como “chiquitita, valiente y la más linda del universo”, una belleza que aún no puede creer que haya salido de su propio cuerpo.
En un emotivo posteo en redes sociales, Catalina agradeció a su familia, amigos y al equipo médico que la acompañó durante todo el embarazo, especialmente a la enfermera Yoli, quien los abrazó en un momento tan delicado. También tuvo palabras de gratitud para su comunidad virtual, quienes la acompañaron con mensajes llenos de luz durante este proceso.
Hoy, Matilde se encuentra en neonatología, recibiendo los cuidados necesarios, pero Catalina ya la abraza y duerme con ella, disfrutando de esos primeros días de “piel con piel, de emoción, de aprendizaje”. “Nunca imaginé que el amor podía ser tan inmenso”, confiesa la orgullosa madre, quien aún no puede creer que su pequeña luchadora esté finalmente con ella.
La historia de Catalina y Matilde es un testimonio de la fuerza del amor materno, que logra superar incluso las adversidades más duras. Es una celebración de la vida y un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la alegría pueden florecer.