Miguel Romano, una de las grandes leyendas del mundo del espectáculo, se encuentra hoy en una nueva etapa de su vida a sus 90 años. Tras la muerte de su esposa Mercedes López Paredes hace seis meses, el reconocido peluquero ha decidido dejar atrás su famosa peluquería y emprender un camino de sanación y reinvención.
“Por mi hija y mi nieta tengo que salir adelante. Estoy pasando un momento muy feo que nunca imaginé. Mi mujer murió hace seis meses. Ella era todo en mi vida. Fueron 65 años casados.”
Confiesa Romano en una entrevista íntima, expresando su profundo dolor por la pérdida de su compañera de toda la vida.
Una Vida Dedicada al Mundo del Espectáculo
Romano recuerda con cariño sus años como uno de los peluqueros más solicitados por las grandes figuras del cine, la televisión y el teatro. Desde Mirtha Legrand y Graciela Borges hasta Freddie Mercury y Susana Giménez, el estilista tuvo el privilegio de trabajar con algunas de las personalidades más icónicas de la industria.
“Yo no quería peinar a cualquiera. Vengo de una época en la que se inauguró la televisión. Peiné a Mirtha Legrand en 40 kilates y lo último grande que hice fue con Susana Giménez en Piel de judas. Mi trabajo fue principalmente en teatro, televisión y en mi peluquería.”
Romano recuerda con especial cariño sus experiencias con Freddie Mercury y Moria Casán, a quienes considera amigos cercanos. Relata cómo le cortó el cabello al líder de Queen y cómo Moria lo acompañó en el difícil momento de la pérdida de su esposa.
Dejando Atrás la Peluquería para Encontrar Paz
Tras la muerte de Mercedes, Romano decidió dejar atrás su histórica peluquería, un espacio que estaba impregnado de recuerdos y que le resultaba demasiado doloroso mantener. Ahora, se encuentra en una quinta rodeado de caballos, perros y plantas, donde encuentra consuelo y propósito.
“Mis días son en una casa en donde me dedico a las plantas. Nacha Guevara me dice que tengo una mano verde muy buena. Me distrae mucho ponerme a trabajar en el parque, trasplantando y yendo y viniendo con eso. En la quinta tengo caballos, que principalmente cuida Paola, mi hija… porque ya no estoy edad de andar sobre ellos. Y, además, tenemos ocho perros que me hacen compañía.”
Si bien extraña el ritmo frenético de su antigua vida, Romano reconoce que este nuevo estilo de vida le ha permitido encontrar un poco de paz y reflexión. Aún tiene planes de abrir una nueva peluquería, pero por ahora se enfoca en sanar y disfrutar de los pequeños placeres que le ofrece su quinta.
Recuerdos y Agradecimientos a Quienes lo Acompañaron
A pesar del dolor por la pérdida de su esposa, Romano se muestra agradecido por las relaciones y experiencias que marcaron su carrera. Recuerda con cariño a figuras como Amalita Fortabat, Inés de la Fuente y Ernestina Herrera de Noble, quienes lo apoyaron y le brindaron oportunidades invaluables a lo largo de su trayectoria.
Aunque prefiere no hablar mucho de su relación con Susana Giménez, a quien peinó durante 54 años, Romano se enfoca en agradecer a todas las clientas y figuras que lo acompañaron y le dieron la oportunidad de desarrollar su talento a lo largo de los años.
En esta nueva etapa de su vida, Miguel Romano se encuentra en un proceso de sanación y reinvención, dejando atrás su famosa peluquería para encontrar paz y propósito en una vida más tranquila rodeado de naturaleza y sus seres queridos.