La Princesa Rebelde de Países Bajos: Cómo Alexia de Orange-Nassau Desafía las Tradiciones Reales

Must read

Alexia de Orange-Nassau, la segunda hija de los Reyes de Países Bajos, Máxima Zorreguieta y Guillermo Alejandro, se ha convertido en una figura cautivadora dentro del intrincado universo de la realeza europea. Conocida por su espíritu rebelde, Alexia ha sido protagonista de numerosos escándalos que han puesto a prueba la estabilidad simbólica de la monarquía neerlandesa.

La “Chica Fiestera” que Sentó Cabeza

Alexia, de 19 años, se ha ganado el apodo de “princesa rebelde” por su estilo de vida menos discreto y sus amistades polémicas. Desde que se filtraran imágenes de ella fumando, bebiendo alcohol y vistiendo un sugerente body lencero durante una fiesta LGBTQI+, la joven ha sido objeto de intenso escrutinio mediático.

Sin embargo, Alexia parece haber encontrado un nuevo rumbo en su vida. Recientemente, se ha convertido en la Cupido aristocrática, presentando a su mejor amiga, Joan Bessem, a su primo hermano, el conde Claus-Casimir. Juntos, los jóvenes han sido vistos en varios eventos en Londres, alimentando los rumores de un romance.

El Nacimiento de un Romance Aristocrático

Claus-Casimir, de 21 años, es el único varón entre los hermanos y ocupa el sexto lugar en la línea de sucesión al trono neerlandés. Actualmente, estudia Gestión de Empresas en la Escuela de Negocios ESPC en la capital británica.

Según medios holandeses, desde que Alexia los presentara, Joan y Claus han iniciado una relación romántica. El conde compartió la primera foto con la mejor amiga de Alexia en sus historias de Instagram, y se dice que Joan ya habría conocido a la hermana mayor de Claus, Eloise, lo que confirmaría aún más su vínculo.

Los Escándalos de Alexia y el Desafío a la Corona

Si bien Alexia no es heredera al trono, sus acciones fuera del guion han afectado directamente la imagen de la Casa Real de Orange-Nassau. Desde muy joven, ha demostrado una actitud diferente a la de su hermana mayor, la princesa Amalia, mostrándose más interesada en la moda de lujo, las amistades polémicas y un estilo de vida menos discreto.

Algunos de los escándalos más sonados de Alexia incluyen su participación en la Semana Queer del internado galés UWC Atlantic College, donde se viralizaron imágenes de ella luciendo un sugerente body rojo, y la filtración de fotos de una fiesta privada en Ibiza, donde aparecía bailando y fumando con amigos.

La pregunta que surge es cuánto margen tiene la princesa para seguir explorando su individualidad sin socavar la estabilidad simbólica de la monarquía. Mientras algunos analistas defienden que Alexia está simplemente atravesando una juventud más libre en un país progresista, otros advierten que las figuras reales “no pueden dejar de ser símbolos”.

El Manejo de Máxima y el “Efecto Máxima”

La experta en realeza Eugenia Garavani destaca el papel fundamental de la Reina Máxima en la construcción de la reputación pública de la familia real. Máxima, con su carisma y cercanía, ha logrado conquistar a los holandeses, convirtiéndose en una “mamá gallina” que defiende y protege a sus hijas, incluida la rebelde Alexia.

Además, Garavani señala que la redefinición de la identidad de la Casa de Orange tuvo su punto de partida cuando el mundo se centró en el compromiso de Guillermo con Máxima, a pesar del polémico pasado de su padre, Jorge Zorreguieta, y su vinculación con la dictadura militar argentina.

En resumen, Alexia de Orange-Nassau se ha convertido en la figura más rebelde de la monarquía neerlandesa, desafiando las tradiciones y poniendo a prueba la estabilidad de la corona. Sin embargo, el carisma y la protección de su madre, la Reina Máxima, han sido fundamentales para mantener la imagen de la familia real ante los ojos del público.

More articles

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Latest article