Sandra Borghi, una de las periodistas más destacadas de la televisión argentina, sorprendió a todos al confesar su antiguo amor platónico por el actor Gustavo Bermúdez. Durante una entrevista en el programa de Mirtha Legrand, Borghi reveló que desde muy joven estuvo perdidamente enamorada del reconocido artista.
La confesión surgió cuando el productor Adrián Suar, otro de los invitados, mencionó que Bermúdez era su amigo y que solía visitar su casa en el sur de Argentina. Fue entonces cuando Borghi intervino y compartió una anécdota de su pasado: Yo de chiquita estaba perdidamente enamorada de Gustavo Bermúdez
. Suar, entre risas, respondió: ¡Todas!
, haciendo referencia a que el actor había conquistado el corazón de muchas mujeres.
Un Amor Platónico que se Convirtió en Realidad
Pero Borghi no se detuvo ahí. Reveló que su admiración por Bermúdez llegó a tal punto que incluso se había puesto de novia con alguien solo porque se parecía al actor y le decían “Bermu”. Es más, estaba tan enamorada de Gustavo Bermúdez que me puse de novia con uno solo porque se parecía y le decían ‘Bermu’… porque se parecía
, contó la periodista, entre risas.
Aunque su relación con el “Bermu” de la época no llegó a prosperar, la confesión de Borghi demuestra que el amor platónico que sentía por Bermúdez desde su infancia se convirtió en una historia conmovedora. Cabe destacar que, a pesar de este enamoramiento del pasado, Borghi se encuentra felizmente casada con Fernando Casanello desde hace más de una década, con quien ha formado una bella familia ensamblada.
Gustavo Bermúdez: Un Actor Encantador y Buen Mozo
Durante la entrevista, Suar también tuvo palabras de elogio para su amigo Bermúdez, describiéndolo como una persona hermosa y encantadora
. Además, Mirtha Legrand resaltó que el actor es muy buen mozo
, lo que sin duda contribuyó a que Borghi se enamorara de él desde su juventud.
La revelación de este amor platónico de la infancia de Sandra Borghi ha cautivado a los seguidores de la periodista, quienes ahora pueden entender mejor la admiración que sentía por el reconocido actor. Esta historia demuestra que, a veces, los sueños de la niñez pueden convertirse en realidad, incluso si solo sea de manera simbólica.
