Adrián Navarro, nacido en Laferrere, La Matanza, siempre supo que su destino estaba en las tablas. Desde que miraba telenovelas de niño, soñaba con formar parte de ese mundo. Tras años de esfuerzo y diversas ocupaciones para ganarse la vida, logró consolidarse como un actor reconocido por sus papeles en producciones como Montecristo, Vidas robadas y Secretos de amor.
Aunque mantuvo un perfil bajo en los últimos años, Navarro regresó a la escena con un unipersonal titulado Es Paria, que le permite abordar temas sociales y políticos desde una perspectiva única. “La idea surge hace varios años y quedó encajonado. Pero ese texto volvió a resurgir y como digo, el texto me lo regaló el contexto”
, confiesa el actor.
De Laferrere a los Escenarios
Navarro recuerda con cariño su infancia en Laferrere, donde solía trepar a los pinos del barrio y jugar al fútbol con sus amigos, a pesar de no ser precisamente un as del balón. “Siempre era el último para elegir. Armaban los equipos y al final decían: ‘¿Adrián para quién juega?’. Era el dolor de cabeza de todos”
, ríe.
Fue a los 14 años cuando comenzó a estudiar teatro, dando sus primeros pasos en la actuación. Aunque tuvo que pasar por diversos trabajos para ganarse la vida, como vendedor, mozo o fotógrafo, nunca dejó de lado su pasión por la interpretación. “Para mí era pasar de estar en el sótano a ir subiendo escalones y estar en el subsuelo”
, recuerda.
Regreso a Argentina y Nuevo Proyecto
Luego de seis años viviendo en España, donde dirigió y produjo series, películas y obras de teatro, Navarro decidió regresar a Argentina, impulsado por la necesidad de estar cerca de sus seres queridos. “La decisión de regresar fue básicamente por necesidad de estar acá, cerca de mis seres amados”
, explica.
En su vuelta, el actor se lanzó a presentar Es Paria, un unipersonal que le permite abordar temas sociales y políticos desde una perspectiva particular. “Fierro es un personaje que está dentro de su espacio, que es una especie de búnker, taller. Construye y trabaja con material reciclable. Podría llamarse un artista”
, describe Navarro sobre su personaje.
Orgullo Paternal y Libertad de Expresión
Navarro se enorgullece del camino que han emprendido sus hijos, Facundo y Violeta, quienes también se han aventurado en el mundo del arte. “Facu está en el mundo de la música, está por sacar su segundo disco, también de la actuación, hizo una campaña de modelaje para una marca también… Es súper hermoso y mi hija Violeta también es la más bella del mundo, es actriz, ha estado mucho tiempo en el Teatro de Catalina Sur, ha hecho cine y dibuja precioso”
, expresa con emoción.
Además, el actor defiende el derecho de los artistas a expresar sus opiniones sobre temas políticos y sociales. “Creo que cada uno tiene que ser libre, por eso vivimos en democracia, o por lo menos es a lo que apuntamos siempre. Poder decir lo que pensamos, seas artista, seas carnicero, seas ingeniero, seas lo que sea”
, afirma.
Con su regreso a los escenarios y su compromiso con temas relevantes, Adrián Navarro demuestra que su trayectoria está lejos de terminar, y que aún tiene mucho que aportar al teatro y la televisión argentina.