Gerard Piqué, el reconocido exjugador del Barcelona, ha planteado una visión disruptiva para el fútbol. Según él, el deporte debe evolucionar para competir con el entretenimiento digital y mantener a los fanáticos enganchados. Piqué propone reducir los partidos a 16 equipos por liga nacional y eliminar los empates sin goles, argumentando que la gente ya no quiere ver 90 minutos de juego.
Por otro lado, el influencer Santiago Maratea ha incursionado en el mundo del fútbol, debutando como jugador de la Reserva de Colegiales. Pero su verdadero impacto ha sido a través de un sistema de “socios” que le permite recaudar fondos para el club. Esta iniciativa ha generado controversia, con denuncias de exposición de datos de tarjetas de crédito de los “socios”.
Estos casos reflejan cómo figuras externas al fútbol tradicional buscan adaptarlo a las tendencias actuales. Piqué, con su Kings League, y Maratea, con su modelo de “socios”, representan agentes de cambio que cuestionan los pilares fundamentales del deporte, como la pertenencia a un club y el bien común.
El Fútbol Frente a la Transformación Digital
Piqué argumenta que el fútbol debe evolucionar para competir con plataformas de entretenimiento como Netflix, Amazon y TikTok, que atraen la atención de las audiencias. Propone reducir los partidos a 16 equipos por liga nacional y eliminar los empates sin goles, ya que, según él, la gente ya no quiere ver 90 minutos de juego.
Sin embargo, el fútbol sigue siendo un deporte convocante, con partidos emocionantes y llenos de estadios. Aunque es cierto que los cambios reglamentarios y la adaptación a las nuevas tendencias son necesarios, el fútbol no debe perder su esencia. La importancia del 0-0, como señala el periodista Matías Mosquera, es parte de la magia del deporte, y aprender a “aburrirse” con estos partidos es fundamental para apreciar la belleza del juego.
La Vampirización del Fútbol
Tanto Piqué como Maratea representan “agentes externos” que buscan adaptar el fútbol a sus propios intereses. Piqué, con su Kings League, y Maratea, con su modelo de “socios”, cuestionan los pilares fundamentales del deporte, como la pertenencia a un club y el bien común.
La periodista y socióloga Fabiana Solano señala que Maratea y otros influencers son “agentes culturales del modelo de subjetividad neoliberal que propone una concepción del individuo como empresa”. Esto contrasta con la esencia de los clubes, cuyo pilar es la comunidad y el trabajo en conjunto.
Además, el caso de Maratea ha generado preocupación por la exposición de datos personales de los “socios”, lo que pone en duda la transparencia y la protección de los fanáticos.
El Fútbol como Forma de Vida
A diferencia de Piqué y Maratea, el escritor Nick Hornby, autor de “Fiebre en las gradas”, entiende el fútbol como una forma de vida, más allá del simple entretenimiento. Hornby afirma que “quejarse de que el fútbol sea aburrido es como quejarse de que El rey Lear tenga un final tan triste: es no haber entendido nada”.
Para Hornby, el fútbol es un “universo alternativo” tan serio y estresante como el trabajo, con las mismas preocupaciones, esperanzas y desilusiones. Los fanáticos no van al estadio buscando solo entretenimiento, sino a vivir una experiencia única, a formar parte de una comunidad y a compartir la pasión por el deporte.
En resumen, el fútbol se enfrenta a una transformación impulsada por figuras como Piqué y Maratea, quienes buscan adaptarlo a las tendencias digitales y a sus propios intereses. Sin embargo, es importante preservar la esencia del deporte, la importancia del 0-0 y la conexión emocional de los fanáticos con sus clubes y comunidades.